Mi padre era hijo de labradores, comprometido con la República, supo enfrentarse a las penurias, persecuciones y a la moral establecida. Combate la adversidad y se sobrepone al exilio. Nació en 1908 en Cal Bató, en lo alto de la colina donde se alza el castillo de Súria. La Batona daba a luz sin complicaciones posiblemente por el número de hijos que ya había tenido o porque la cabeza de mi padre tenía unas dimensiones normales, no como la mía que mi enorme cabezón impedía a mi madre un parto natural. No podía nacer sin la ayuda de Dios y de los hierros.