"Una dosis de pasión controlada es necesaria en todos los trabajos. Por supuesto en esto tambien"
Rosa pasa pagína, tiene una cita con Eva Orúe, directora de la 83 edición de la Feria del Libro de Madrid. Quedan apenas unos días para que la fiesta del libro dé su pistoletazo de salida. El tema vertebrador de esta edición es el deporte. “Entrena tu mente, lee tu cuerpo”
Eva calentamos motores, y contamos a nuestros seguidores cosas interesantes. Tenemos 359 casetas.
R.—En los laterales pero no 359 expositores, porque en algunas casetas hay dos e incluso en algunas tres. Luego tenemos 15 casetas en el centro, también alguna con varios expositores dentro, algunos stands pequeños y sobre todo lo que tenemos es algunas casetas que traen a muchos expositores, es decir, gremios y distribuidores, por poner solamente dos ejemplos, traen muchas editoriales de distintos catálogos. Por lo tanto, expositores, no he echado la cuenta, pero más de 1.100.
P.—Un pequeño espacio porque está todo muy medido y muy calculado.
R.—Medidísimo y calculadísimo, tanto que el otro día fuimos a lo que llamamos replantear la feria, una vez que la hemos distribuido, volvemos al retiro, para estar seguros básicamente de que los árboles no se han movido y no nos están causando ningún tipo de estropicio. Bueno, pues había un árbol que había crecido y un pequeño estropicio nos causaba.
P.—“Al carro de la cultura española le falla la rueda de la ciencia” de ahí partíamos el año pasado. Ciencia y letras. Me gustaría que me contaras qué estela quedó.
R.—Lo primero que quedó fue la sensación de que rompiendo una tradición que nos llevaba a países invitados, un tema puede vertebrar la feria y nos cambia la manera de trabajar porque el país invitado estaba en un pabellón, básicamente, el pabellón del país invitado.
Sin embargo, el tema vertebrador se extiende por toda la serie y va a todos los pabellones y toca las casetas. Esta fue la sensación independientemente de cuál fuera el tema central.
El segundo asunto importante fue que creo que mucha gente descubrió que la ciencia es cultura, es una obviedad, pero hay gente que no lo relaciona, ciencias y letras, y que tenía tirón. Y me parece que en ese sentido aportamos un poquito a un debate quizá un poco absurdo, desde luego obsoleto, que es esta separación entre cultura y ciencia.
P.—“Entrena tu mente, lee tu cuerpo” Habrá mucha gente que pensará qué pinta el deporte en la Feria del Libro.
Cuando planteamos el tema como Deporte Central, nuestra primera referencia era la obvia. Este es año olímpico, es año de Eurocopa. Y luego empezamos a pensar ya en programación. Y ahí lo que vimos fue que hay muchísimos libros sobre el deporte. Conviene subrayar una y otra vez que esta feria, como las ferias del Libro de España, no es la feria del libro literario ni del libro poético.
Es la feria del libro, de todos los libros.
Por lo tanto, hay alguna librería especializada y muchas editoriales que trabajan este tema. Pero nos alejamos pronto de la literalidad del enunciado. El deporte y los libros no es solamente libros sobre técnica deportiva o libros escritos por deportistas.
Hay muchos autores de literatura de alto nivel que o bien son deportistas o bien utilizan el deporte como herramienta de inspiración o para mantenerse en forma porque la literatura, la escritura, es un deporte muy exigente. Así que al final nos han salido muchas cosas que sin perder de vista, que efectivamente vamos a entrenar nuestro cuerpo y a leer nuestra mente, nos dan la posibilidad de tratar con autores de altísimo nivel para los que el deporte no es un entretenimiento sino que es parte sustancial de su vida y de su creación.
P.—Y además vamos a desmitificar que el escritor es el señor o la señora que se sienta delante de una pantalla y no tiene más vida que la taza de café o el cigarrillo. Necesita salir, necesita hacer deporte.
Y necesita mucha disciplina para sentarse cada mañana, tenga o no inspiración, tenga o no la idea, tenga o no todo lo que puede necesitar para completar un párrafo o una página, levantarse cada mañana, sentarse frente al ordenador y ponerse a teclear. Como en aquello de la inspiración es importante, pero lo importante es que la inspiración te pille trabajando. Esa disciplina también está en la idea del deporte y la escritura, el deporte y la edición.
Y luego, en este país vivimos hace unos años algo que vamos a evocar también en la feria, que es el momento en el que los intelectuales dejaron de renegar del fútbol en concreto como espectáculo para engatusar a las masas y empezaron a reconocer sin tapujos que les gustaba el fútbol e incluso que eran hinchas de un equipo y de otro.
Esto pasa con todos los deportes. Hay escritores maratonianos o corredores de fondo, hay mucho nadador, hay quien juega al ajedrez, hay quien juega al ping-pong y todos reconocen que esa práctica deportiva les ayuda en la vida y les ayuda en la escritura.
P.—No me quiero alejar de la figura física del deportista y las personas que le siguen que son sus fans que siguen su vida. Hay un apartado en el que se habla de tatuajes y te voy a explicar por qué quiero llegar hasta ahí. La gente idealiza a ese deportista y se tatúa casi casi lo mismo que él, pero hay una tendencia que está cogiendo muchísima fuerza y es tatuarse frases de los libros de aquellos autores a los que tú tienes devoción.
R.—Hablas con alguien que no tiene nada tatuado en su cuerpo. Porque tengo un respeto reverencial y un miedo atroz a las agujas. Así que no hablas ni con una convencida ni siquiera con una que conozca algo. Pero bueno, es cierto que tú ves a la gente y aparte de lo que te dicen y lo que te cuentan puedes leerles la piel y entiendo que salvo casos de locos que se tatúan cualquier cosa ahí hay un programa y una declaración de principios.
Bueno, pues hablaremos de eso, sí, y hablarán quienes saben, gente que o bien se tatúa y nos explicará por qué, o bien ha estudiado por qué otros se tatúan y nos explicará también por qué.
P.—Vamos con novedades. Hablamos de la noche iluminada. Es interesante decir que esa energía para iluminar, se ha recogido durante el día por la energía solar.
R.—Efectivamente. Un día, el 7 de junio, la feria permanecerá abierta hasta las 23´30h. No podemos ir más allá entre otras cosas porque el Retiro que nos acoge cierra a las 12h.
Pero es verdad que en la feria no hay noche. Cerramos a las 9h y no se ha hecho todavía de noche. Así que esta noche iluminada será corta, pero lo que dure estará iluminada, gracias a Repsol, por unos paneles solares que montaremos y que iluminarán con energía solar los tres escenarios extra que esa noche montaremos para que la gente que nos acompaña esté entretenida y acompañada.
P.—¿Seguirán las casetas abiertas?
R.—Sí, sí, la feria tiene que estar abierta siempre en horario de feria. Quiero decir, cualquier expositor que viene a la feria tiene que respetar de principio a fin el horario que la feria tiene.
Y este año, ese día, es hasta las 11.30 de la noche.
P.—¿Cuánto contamina la feria?
Más de lo que querría. Entre otras cosas porque, como no tenemos suministro eléctrico, tenemos que poner los generadores en marcha sistemática. De hecho tenemos aprobados ya los permisos para hacer una obra que asumiría la feria, una obra en el retiro que nos permitiría prescindir de uno de esos generadores. De momento no podemos hacerlo, el año que viene sí. Y claro, esos generadores chupan combustible.
Repsol nos da un combustible que, por supuesto, su elaboración desconozco, pero que se hacen a partir de ciertos aceites y que nos va a ayudar a reducir nuestra contaminación. ¿Un poquito menos de lo que nos gustaría? Todavía sí, pero estamos trabajando en ello.
P.—Tenemos también como novedad un podcast a tiempo real.
Sí, vamos a tener varios, de hecho. Creo que hay cinco y todavía esta mañana estábamos discutiendo si un sexto. Pero la radio ha estado siempre en la feria, y el año pasado y años anteriores, y este año vuelve.
Los medios de palabra son medios habituales en la feria, porque en la feria hay mucho que contar y el podcast poco a poco se ha ido imponiendo, así que este año efectivamente tendremos varios de ellos.
P.—Iberia y libros iberoamericanos.
Sí, Iberia nos acompaña desde hace dos años ya, este va a ser el tercero, y este año le hemos propuesto una prueba, es decir, un juego.
La feria tiene los dos primeros fines de semana un stand grande abierto a los cuatro costados que se llama Indómitas, donde hay libros raros. Bueno, pues el día 10 por la mañana, que es un lunes, ese stand que va a ser bastante blanco se va a vestir de rojo. Será el stand “Talento a Bordo” durante la segunda semana de feria y estará dividido en dos partes. En una habrá libros que tengan una especial relación con Latinoamérica y en la otra parte lo que haremos será entrevistas, habrá algún poeta declamando sus versos, alguna conversación.
El espacio Talento a Bordo tiene que servir para unir el talento de las dos orillas.
P.—Si yo te digo JALEO Y BANBOLEO, no estamos jugando a nada.
R.—No. Tradicionalmente tenemos una caseta que llamábamos, y era feo, caseta multiusos, que es esa caseta que está en el centro y que te sirve un poco para solucionar problemas. Por ejemplo, hace unos años, Televisión Española pidió un espacio que tenía que parecerse mucho a una caseta para hacer el informativo del mediodía. Bueno, pues ahí teníamos nuestra caseta multiusos.
Y, nos hemos dado cuenta de que ese espacio nos sirve para que gente que no puede o no quiere estar los 17 días de feria, sean parte de la feria. Y nos dimos cuenta primero de eso y después de que nos hacían falta dos, no solamente uno. Así que Jaleo es la grande, Bamboleo es la pequeña, en las dos vamos a jalear y a bambolear,
Y además podremos poner unas sillas de una especie de pequeño pabellón para que la gente atienda lo que se está haciendo ahí dentro, que puede ser desde un pequeño concierto hasta un podcast, hasta alguien recitando, hasta que alguno de nuestros colaboradores cuente ahí lo que hace en la vida fuera de la ciudad.
P.—Grandes distribuidoras, pequeñas editoriales. ¿Cómo se llega a dar conformidad a todos?
R.—Es imposible. Es imposible porque aunque están todos los que han pedido estar, no necesariamente están como o con quien quieren estar. Y este es un sacrificio que se les pide y que aceptan no siempre de buen gusto, pero entiendo que al final prevalece la necesidad por su parte de estar en la feria y la voluntad de participar en la fiesta.
El año pasado fue una posibilidad, este año es una realidad, tenemos un espacio central en el que estarán 15 editoriales pequeñas que hubieran preferido, y lo sabemos, estar en caseta, pero que en caseta no caben, y a las que queremos en la feria. Por eso vamos a construir un espacio que nunca ha existido, además con una forma que nunca ha habido en la feria, para conseguir que ese centro, que además está en el centro neurálgico de la Feria del Libro de Madrid, sea no un espacio de paso, sino un espacio donde la gente se pare, se apunte, pida firmas de sus autores y compre su libro.
P.—1,7 millones de euros es el coste de la feria. ¿Cómo se financia?
R.—La feria se financia, digamos que la parte del león se la llevan los expositores que obviamente pagan por estar aquí conforme a un sistema de tarifas. Los editores de aquí, los editores de allí. Digamos que pagan la instalación de la feria. A partir de ahí entra un juego complejo en el que participan todos los institutos y instituciones públicas, el Ejecutivo de Madrid, que nos concede una subvención nominativa de 116.000 euros, la Comunidad de Madrid, que concede una subvención nominativa de 110.000 euros al gremio de librerías, que es el dueño de la feria, de la cual una parte de 85.000 es para la feria, tenemos a la Comisión Europea, que pagamos un pabellón, y luego vamos ya a la parte privada, es decir, buscamos patrocinadores en distintos niveles. En estas categorías, por tantos eventos, es de amigo a patrocinador. El Ministerio de Cultura, que también colabora con la feria, no nos da nada a priori, es decir, cuando hayamos hecho la feria.
P.—¿Qué no vemos y deberíamos ver o saber?
R.—Yo creo que la gente que viene a la feria tiene que ver los libros, los autores y a quienes los venden, los hacen, los escriben.
Si tengo que pedir un deseo, lo que voy a pedir es que en algún rincón de su cabeza piensen cuánto trabajo hay aquí detrás, porque hay mucho trabajo, pero sí que voy a hacer una petición y es que piensen, llevo tres años diciéndolo y no me cansaré de repetirlo, la Feria del Libro de Madrid, sucede en un sitio especial, un jardín de jardines, patrimonio mundial. Y aunque nosotros intentamos cada año trabajar mejor nuestra presencia, necesariamente invasiva, en un espacio tan peculiar, sin la colaboración de los expositores y sin la colaboración de los visitantes no lograremos hacer lo que queremos hacer, que es no molestar, ni a los árboles, ni a los pájaros.
¿Molestamos? Seguro que sí. Digamos que no molestar es un objetivo inalcanzable molestar lo menos posible, ser muy respetuosos con la ayuda de todos.
P.—Tengo una pregunta casi personal ¿firmarás este año?
Firmaré y me lo pensé
P.—¿Por qué?
R.—Porque alguien puede pensar: “ esta, ha publicado un libro y se ha montado un acto en la feria”. Curiosamente la Comisión Europea, que tiene su propio pabellón, nos pidió a Sara Gutiérrez y a mí que lo presentáramos porque el libro trata de un tren europeo, el Siberiano.
Debo añadir que lo presentaremos, seguro, y que más que firmar, yo diré que querremos firmar. Porque cuando los autores decimos voy a la feria a firmar, a cualquier feria en realidad lo que estamos es expresándoles un deseo, me visitas y luego a lo mejor firmas pero no todos lo consiguen.
P.—Vamos a terminar con el principio; lo primero que vemos es el cartel que todo el mundo está esperando a ver cómo es. En este caso deja claramente todo el mensaje que queréis transmitir. Y además, tiene distintas texturas para que los ciegos puedan fácilmente interpretar lo que hay.
R.—El cartel a veces sale bien a veces no tanto. Yo estoy muy contenta con el cambio de estilo. Primero porque es muy cartel, y como en los años anteriores era una apuesta que tambien buscaba, y la verdad es que es muy bonito. Y Mikel Casal es un encanto.
Es un cartel estático que cada vez se convierte más en otra cosa. Lo más obvio es el merchandising, tenemos camisetas, tenemos tazas, como todo el mundo. Y además del merchandising tenemos una versión B, que no es el cartel, pero es prima del cartel.
Y luego, se mueve. Al ser todo piezas sueltas nos ha permitido jugar. Entonces en las redes y en todas partes, el corredor corre, la llama se enciende, el libro se abre y los cuadraditos o rectangulitos de colores caen, se caen o los recogemos con la mano.
Entonces nos permite jugar, que es algo que está entretenido. Y luego añadamos a eso que efectivamente la ONCE hace un cartel que luego expone en su stand que se puede tocar para que quienes no pueden ver puedan saber cómo es el cartel. Y eso siempre te da mucha alegría porque es una experiencia nueva la verdad.
P.—Deporte y libros siempre movidos por la pasión, a ti también.
R.—Necesariamente, si no, no habría quien hiciera esto. Una dosis de pasión controlada es necesaria en todos los trabajos. Por supuesto. Y este tiene momentos, yo lo comparo a veces con la preparación de los atletas para un campeonato importante, estás trabajando durante días, semanas, meses, en la oscuridad y de pronto un día todo el mundo te mira y te lo juegas todo no son los 10 segundos de una carrera de 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos.
17 días y en esos 17 días tenemos que hacerlo bien la gente que viene a vender tiene que vender, la gente que viene a comprar tiene que encontrar lo que busca, la gente que viene a firmar o que viene a actuar tiene que estar a gusto y tenemos que hacer las pruebas que nos permitan avanzar para el año siguiente. Por eso cuando a veces la gente me dice, pero ¿por qué tenemos que hacer esto? Pues porque la única manera que tenemos de saber si funciona o no, es probándolo. Probemos y trabajemos juntos.
¿Pasión? Sí, porque es muy bonito. Y el día 31, cuando se abren las puertas, hay un subidón. Hay una especie de corriente eléctrica que recorre la feria y cuando la gente te dice es martes y hay mucha gente, o oye qué buen rollo hay este año, o ayer llovió pero hice más caja que el año pasado por ambas fechas de pronto piensas que algo está haciendo bien y sobre todo que todo el mundo que está esperando durante un año como tú que la feria abra sus puertas estaba ahí para hacer que tu trabajo tenga recompensa y sea más feliz.
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