"Los rencores rurales son los más enquistados que en ocasiones explotan y cuando lo hacen es de forma muy violenta"
Rosa pasa página charla con Manel Loureiro, ganador del Premio Fernando Lara 2024 con: “Cuando la tormenta pase” un thriller ambientado en la Isla de Ons, un paraíso natural que forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. El odio, el rencor, la codicia y la venganza es el sustento de dos familias enfrentadas desde hace demasiado tiempo.
Antes de nada, felicitar a Manel por el premio Fernando Lara que acaba de recibir y pedirle que me cuente qué significa haber sido reconocido con este premio.
“El premio Fernando Lara—afirma Loureiro— es uno de los más prestigiosos de la literatura en España. Hay muy poquito por encima. Es la sensación de euforia, de reconocimiento, de decir sí, ya estoy aquí. Te sacas de encima muchos de los fantasmas, del síndrome del impostor que nos sacude a todos, pero al mismo tiempo hay una sensación de un peso y una responsabilidad enorme en los nombres porque estamos hablando de un premio que ha ganado gente como Terenci Moix, como Sánchez Dragó, como Zoe Valdés, Lorenzo Silva, Fernando Delgado, la lista es interminable y son grandes, monstruos de la literatura.
De repente, tu nombre está en esa lista. Entonces, es por una parte eso, alegría, reconocimiento, y por otra parte, el peso de la responsabilidad. Porque sabes que a partir de este momento ya no solo consiste en que seas un buen autor que vende muchos libros. Eres un buen autor que vende muchos libros y que, además, tienes que defender el prestigio de un premio que otros muchos más grandes han llevado antes”
“La novela comienza con: Roberto Lobeira, un escritor, que ha decido aislarse en la isla de Ons, como destino, refugio y fuente de inspiración para escribir una segunda novela, tras el éxito de la primera. Su llegada al muelle en pleno mar invernal, impide que el barco pueda atracar. Lobeira tendrá que saltar no sin dificultad y con el agravante añadido del odio que siente por el mar con todo su ser, por razones que se descubrirán más adelante”, apunta Loureiro.
“Cuando yo empecé a escribir esta historia—asevera el autor—, me di cuenta que podía haberla ambientado en cualquier pueblecito rural de la montaña. Es decir, hay precedentes en literatura de historias así, de que transcurren en lugares rurales apartados, con tradiciones y costumbres férreas, con viejas rencillas. Pero plantearlo en una isla le da un punto diferencial, que es que al final en una isla, si hay una tormenta, no puedes salir y te tienes que quedar ahí hasta que la tormenta, la literal y la figurada pasen”
Y añade: “eso le da toda una dimensión muchísimo más intensa y hace que la historia sea más asfixiante y atrape más al lector. Uno de los últimos reductos rurales que queda en la costa española, y encontrar estos restos que han quedado en el cajón olvidados los convertimos en sitios especiales, por eso; ahí está la gracia de la historia”
Roberto, no tiene posibilidad de volver a tierra firme, tampoco poder comunicarse al desatarse la tormenta. Lo que puede parecer una ofrenda sangrienta, aparece en la puerta de su casa, algo que él no alcanza a comprender.
La aparición de un fardo; su contenido, hará que el rencor, y la sed de venganza reaparezca con más fuerza entre las dos familias: “Los Freire y los Docampo. El amor, el perdón, el odio y el rencor se va pasando de generación en generación desde hace tanto tiempo que ya apenas lo recuerdan.
Los rencores rurales, son los más enquistados, los que en ocasiones explotan y cuando lo hacen es de forma muy violenta. Esto sucede sobre todo en zonas rurales donde es más difícil dejar de ver a quien consideras tu enemigo”, afirma Loureiro
Y continúa: “Algo por el estilo le sucede a Roberto Lobeira cuando llega a Ons, sin que sea consciente de que su llegada a la isla es la llegada a un sitio cargado de tensiones, su mera presencia allí puede servir de acelerador para que todas estas tensiones alcancen un punto crítico.
Y Lobeira, descubrirá aterrado, que lo que tiene que hacer mientras está en la isla no es escribir un libro, es luchar por su supervivencia y tratar de resolver todos los enigmas y todos los misterios que le rodean para entender qué está pasando y tratar de resolver la situación.
El autor define a dos de sus personajes con respecto a las dos familias que viven enriquecidas en la isla: “Rosalía Freire: es la matriarca de uno de los dos clanes, una mujer resolutiva, dura e implacable, con suelen ser las mujeres fuertes de estos entornos rurales acostumbradas a tomar decisiones, a que nadie discuta su parecer. Y si no tienen a nadie enfrente, tienen la posibilidad o pueden acabar conviertiéndose en pequeñas dictadoras”
Ramón do Campo: es un hombre alimentado por el rencor. Una persona que está muy orgullosa de quién es y de lo que significa su clan familiar y cree que ha llegado el momento de ajustar cuentas. Está esperando la ocasión indicada. Y el momento llega cuando llega la tormenta.
Elvira Couto desempeña el papel de una mujer aislada, representa la meiga, el tangaraño, y el meigallo. Forma parte de ese acervo cultural común que Galicia comparte con el resto del norte de España, pero que comparte también con Irlanda, con Gales, con Escocia, con Bretaña.
"Yo era un niño del rural,--aclara Loureiro-- yo crecí escuchando historias de Trasgos, de Bruxas, de Meigas, de Santa Compaña. Eso al final me empapa y lo vuelcas y hace que veas la vida de una manera un tanto diferente. Determinadas cosas que para otras personas les pueden parecer absurdas, a la mentalidad de un gallego no le parece tan raro, sino que forma parte del cotidiano"
Y continúa: "Las meigas, las menciñeiras, como es en este caso, son mujeres que forman parte de esa herencia cultural que, aunque parerca que increíble, en pleno siglo XXI, siguen existiendo y siguen estando ahí".
"Roberto Lobeira y yo nos parecemos en un montón de cosas—reconoce el autor—al final es un escritor como yo, tiene una antigua profesión que ha dejado atrás como la mía, necesita recorrer los escenarios donde van a transcurrir sus historias en persona, como me pasa a mí y además es muy obstinado y muy perfeccionista como me gusta ser a mí"
Manel Loureiro, advierte al final del libro lo importante de no desvelar nada hasta que la tormenta pase; hasta leer el libro.
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