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«Colón no fue el primero en llegar a América, pero sí el primero en descubrirla. Por tanto no es lo mismo llegar que descubrir»

«Colón no fue el primero en llegar a América, pero sí el primero en descubrirla. Por tanto no es lo mismo llegar que descubrir»

""El mapa de un mundo nuevo" Luis Zueco (Ediciones B)

domingo 13 de octubre de 2024, 19:48h

"Cuando escribes una novela histórica, el escritor tiene que hacer un tremendo esfuerzo para que sea atractiva"

Rosa pasa página charla con el escritor Luis Zueco que tras el éxito de “El tablero de la reina” publica “El mapa de un mundo nuevo” Un homenaje a los viajes en el tiempo: finales del s.XV, principios del s XVI.

“El cartógrafo real se inclinó sobre el mapa que ocupaba la mayor parte de la mesa, tomó una regla y midió la distancia. A continuación trazó una línea de norte a sur, donde estaba representado el mar Océano, a 370 leguas de cabo verde. Tres delegados portugueses y tres delegados castellanos firmaron el tratado. Las monarquías portuguesas y castellanas acababan de repartir la esfera terrestre para ellas solas. Con la bendición del Papa Borgia. El mundo entero pertenece a Portugal y a España, y a nadie más. Tordesillas, corona de Castilla, 1494”

P.—Es tentador caer en "el mapa del nuevo mundo"pero tiene una explicación.

R.—Sí claro porque esa es la idea un poco equivocada que tenemos de lo que ocurre a finales del siglo XV y principios del XVI no es que se descubra América, no el nuevo mundo, eso no explica, lo que ocurre en esa época, que cambia el mundo que hay un mundo nuevo en muchos conceptos. Obviamente se llega a América, también se circunvala a África, que se nos olvida como si fuera algo que nunca se había conseguido y que es un hito, la que como está más enfocada a Portugal ,pues se nos olvida, y somos muy egoístas porque es fundamental entender ese gran movimiento que hace la corona portuguesa, pero también estamos en el Renacimiento, estamos en la época del humanismo, por supuesto de los reyes católicos, estamos en un mundo que está cambiando por todos los aspectos, entonces América más que un hecho es una consecuencia de grandes cambios.

El mundo es nuevo y entre ese mundo nuevo pues también está efectivamente el nuevo mundo que es América.

P.—La importancia del cartógrafo, la importancia de saber a dónde llegas y saber contarlo.

R.— Claro, porque el mundo lo cuentan los viajeros, si no viajas no sabes cómo es el mundo, tienes que creer lo que te cuentan otros, con lo que eso implica, errores, manipulaciones, falsificaciones de todo tipo, entonces estamos a merced de los viajeros. siempre, y los mapas son muy importantes.

Siempre decimos que el mapa es el tesoro. No, el tesoro es el mapa, tenemos en el Museo Naval de Madrid, de Juan de la Cosa, en 1501, un mapa muy difícil de entender porque es muy avanzado para la época, en principio es el primer mapa que representa América, es una época donde todos los mapas antiguos, todos los mapas de la época griega, romana, hay que volverlos a dibujar.

P.—Es increíble para la historia y para la trama de una novela. Los juglares son los viajeros que cuentan la historia. Lo que pasa es que el juglar está más metido en esa época oscura de la Edad Media.

R.—Sí, los juglares son una figura complicada de tener en la actualidad, que son los periodistas. Podríamos decir gente de televisión, algo así, pero lo que está claro es que son los que están contando la historia al pueblo llano, que el pueblo llano no sabe leer y los que saben leer tampoco tienen acceso a los libros, no hay ese fluido. de información que hay hoy en día y que nos ha cambiado.

Estamos en una época donde llega un juglar a tu pueblo o a tu ciudad, y te empieza a contar historias de Asia, de viajes de marinos, de animales, de unicornios, de dragones, de lo que tú quieras pues claro es una novedad y todo el mundo quiere saber y todo el mundo le pregunta, todo el mundo le invita a su casa para tomar un vino, para que le cuente cómo es el Báltico, cómo es el Mediterráneo.

P.— ¿Qué significa la expresión "aquí hay dragones"?

R.—Es un poco el origen de la novela, "aquí hay dragones", traducido desde el latín, es una advertencia que se escribía en los mapas de principios del XVI, en esas zonas que no sabíamos cómo eran, que faltaban por descubrir, y lo que viene a decir es que cuidado, aquí hay dragones, monstruos marinos, hombres con un solo pie, con un solo ojo. Podemos imaginarnos todo tipo de bestiario medieval que lo tenemos ahí y la gente se lo creía.

P.— 20 años después de Isabel la Católica en “El tablero de la reina”. Una Isabel que era una gran estratega, que tenía una visión que no la tenía nadie y que su ambición nos ha llevado muy lejos.

R.—Sí, exactamente eso, una gran visión. Algo que se le pide a un gobernante, que no sea gobernar a corto plazo, sino que sea capaz de gobernar a largo plazo, que es lo realmente difícil. Y entonces Isabel es muy ambiciosa, pero como debe ser una gobernante, para eso quiere gobernar, yo creo que quiere lo mejor para su ciudad, para su tierra, para su país. Entonces Isabel es una persona muy ambiciosa, muy inteligente, obviamente, pero hay otras mujeres inteligentes. La diferencia no es esa, la diferencia es saber a largo plazo y una especie de intuición que tiene muy poca gente de saber identificar de qué personas tienes que rodear.

Entonces, ella identifica rápidamente que Colón lo necesita, que Colón es una persona que le va a llevar a donde ella necesita ir, que no es a América, que es a Extremo Oriente, que es a China, a Japón y sabe que seguramente el único hombre en todo el mundo que le puede llevar allí es Colón y por eso ha apostado por él. Y no se equivoca.

P.—No se equivoca, pero qué información tenía.

R.—Bueno, la novela también explora ese tema, ¿no? ¿Qué sabía Colón? ¿Qué le contó Colón a la reina? Pero hay que tener en cuenta que no solo es al principio, sino que Isabel mantiene la confianza en Colón durante cuatro viajes y seguramente le hubiera dado otro quinto viaje si hubiera hecho falta, porque insisto, ella sabe que la única persona en el mundo que le puede llevar a su objetivo, que lo necesita España, y que sale de una ruta comercial con Asia.

P.—Aquí no estamos hablando de conquista, estamos hablando de rutas comerciales, la importancia, por ejemplo, de una buena cosecha en un año determinado y descubrir exactamente eso, otras rutas con las que abastecerse.

R.—Claro, tenemos que entender que gobernar es muy difícil y que tú puedes ser un gran gobernante pero tienes dos años o tres años de hambruna y el pueblo se te revela.

P.—Y tú quizás no puedes hacer nada.

P.—Ah, claro, pero es que ser gobernante implica eso, tener que afrontar problemas. Claro, cae Constantinopla, se colapsan las rutas comerciales que llevan más de mil años funcionando. Hay que buscar alternativas. Pues Isabel busca la única alternativa posible que existe, que es ir hacia Poniente, intentar dar la vuelta a la Tierra.

Hay que intentarlo y hay que buscar la manera de financiar, conseguir financiación para mi gran objetivo y mi gran objetivo es dominar Europa, el objetivo no es Europa, ni América, ni Asia. El objetivo es a través de Asia conseguir financiación, conseguir riqueza, conseguir a través del comercio, de la seda, del té, de las especias, sobre todo financiación para gobernar el mundo.

P.—No es lo mismo encontrar una ruta que descubrirla.

R.—Claro, ¿Quién fue el primero en llegar a América? Bueno, ahora yo creo que todos tenemos claro que no fue Colón.

¿Pero quién fue? ¿Lo sabes a alguien? No, porque una cosa es llegar y otra cosa es descubrir. Y quién descubrió América es Colón. Y ya está, ¿por qué? Porque él llega, toma posesión, forma un gobierno, vuelve, va una vez, dos, tres, cuatro veces, lo va a conocer al mundo. Él descubre una América. ¿Que llegaron antes que él? Pues por supuesto que llegaron antes que él, pero no sabemos quién, y eso es precisamente porque no descubrieron a América, simplemente llegaron. Esa es la cuestión.

P.—Isabel la Católica, aparte de esta visión que tenía con respecto a saber con quién rodearse también tenía muy claro con quién quería que sus hijos se casasen.

R.—Claro, ella es madre. En esta novela, sobre todo vemos a Isabel que es madre. Tiene cinco hijos. Cinco príncipes. Cuatro princesas y su heredero. Tiene que casarse pero claro, siendo reina, tiene que buscar alianzas matrimoniales que beneficien a la corona castellano-aragonesa.

¿Y qué hace? ¿Quién es el enemigo? Tradicionalmente, el enemigo de Aragón es Francia, pero en esta época el enemigo de todos es Francia porque es la superpotencia de la época. Sería como Estados Unidos ahora. Entonces Isabel y los Reyes Católicos saben que ni siquiera uniendo Castilla con Aragón pueden hacer frente a Francia. Imposible. Necesitan más alianzas.

Buscan alianza con los Habsburgo, alianza económica con Flandes, muy importante, alianza con Portugal, fundamental, y alianza con Inglaterra. Y entre todos aislar a Francia y derrotar y ese es el objetivo de los Reyes Católicos que es muy ambicioso, vencer a Francia para ser ellos la potencia hegemónica del mundo que esto se dice así muy fácil pero hay que estar en la época y tener esa ambición, y no es que sacrifique a sus hijos pero los utiliza porque es la época y tú sabes que a tus hijos los vas a casar por tus intereses.

P.— Que un gran gobernante puede cambiar un reino, lo sabemos. Que un gran gobernante puede cambiar un país también.

R.—El país cambia aunque no haya un buen gobernante, aunque eso sí el gobernante acelera el paso.

Hay ciertas personalidades en la historia que han cambiado la historia: Alejandro Magno, Julio César, Napoleón, e Isabel. Son pocos personajes, pero sí tienen esa capacidad de cambiar o acelerar quizás el cambio, porque Isabel es un poco también hija de su época, es una es una princesa, una infanta medieval que termina siendo la primera reina moderna, entonces también se entiende el personaje dentro de la época.

Si Isabel hubiera nacido 200 años antes no podría haber hecho lo que hizo, pero claro, todo se junta y ella acelera aprovechar las circunstancias. Porque se tienen que dar muchos elementos. Un gran gobernante, una buena época, una buena base. Tienen que acompañarlo todo.

Personajes como Colón también, o sea, personajes secundarios que te ayudan. Y eso se da muy pocas veces en la historia.

P.—¿Qué importancia tiene conocer la historia?

R.--Pues cada día es más importante. Yo lo tengo clarísimo. Porque además si tú no conoces la historia, alguien te la va a contar. Y si tú no la conoces, pues no tienes elementos, no tienes argumentos para saber si es verdad o no es verdad. Te lo vas a creer, ¿no? Tú piensa que hay gente que dice que la Tierra es plana. O sea, ese es el nivel. Entonces yo creo que es fundamental conocer la historia de tu ciudad, de tu región, de tu país, de Europa y sobre toda la historia mundial.

Y no es tan importante conocer las batallas o las fechas de la Segunda Guerra Mundial como entender por qué sucedió la Segunda Guerra Mundial, especialmente para que no se repita. Pero sobre todo para que tengamos claro cómo es y entender el presente, somos como somos por la historia y estamos aquí, somos españoles porque España tiene una historia si no seríamos franceses, entonces es importante conocerla

P.—El error es querer cambiarla.

R.—Hombre claro, la historia es la que es, no puedes cambiarla, es imposible de cambiar, y además eso chirría enseguida. Lo que hay que hacer es aceptarla, lo bueno y lo malo, y aprender de ella.

P.—¿Cómo te quedas una vez que aparece este libro? ¿Lo disfrutas lo suficiente?

R.—Ah, sí, por supuesto que no. Cuando saco esta novela, ya estoy pensando en la siguiente. A mí lo que me gusta es escribir. Yo disfruto escribiendo. No es que no disfrutes la promoción, entiéndeme. Pero yo lo que disfruto es escribiendo.

No cuando se publica el libro. Yo creo que el escritor, cuando lo disfruta, el escritor lo siente como tal, disfruta escribiendo. Yo lo que quiero es escribir. Lógicamente necesito que me publiquen para poder seguir escribiendo.

P.--Pero para ti es como una necesidad.

R.--Si estoy dos o tres días sin escribir, me agobio, me siento mal y necesito ponerme a escribir o por lo menos darle vueltas a la próxima novela, pensar.

La verdad es que me gusta mucho escribir, incluso más que escribir, me gusta mucho el proceso anterior. Cuando estás estructurando la novela, me gusta mucho. Cuando estás creando las obras, los personajes, eso lo disfruto mucho. También te puedo decir lo que menos me gusta, que es corregir la novela. Corregir la novela es terrible, pero hay que hacerlo también.

P.—La gente quiere conocer la historia, pero ficcionar creo que es una manera más fácil de aprenderla.

R.—Sí, porque yo leo mucho ensayo. Bueno, yo de hecho lo que más leo es ensayo. Y los ensayos son complicados. Y cuando escribes una novela el escritor tiene que hacer un tremendo esfuerzo para que sea atractiva.

Yo la veo más como aventura que como novela histórica...es que lo de histórica yo creo que a veces es hasta contraproducente, es una novela de aventuras, hay que ver así las grandes novelas o las grandes películas son de aventura que ocurren en el pasado.

Las novelas de La Guerra Civil también ocurren en el pasado y casi nunca se llaman novela histórica y si han pasado ya 100 años, es historia sin ninguna duda. Y lo es además con mucha historia, con mucho ensayo y con mucho debate.

Escucha la entrevista en Sportify y Youtube.

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