Con seis años su padre le pidió que le ayudara a preparar una rica salsa de tomate tradicional en la cocina italiana y que él ya había aprendido de su abuelo. Oriana Severino se ha convertido en los últimos cuatro años en una de las influencer gastronómicas más seguida.
Arranco con esa salsa de tomate, porque yo creo que todos tenemos algún recuerdo de la niñez, seguramente de estar en la cocina, no sé si de ayudar a esas croquetas, a esas albóndigas, pero quizás la salsa de tomate sea lo que más te identifique.
—Sí, de hecho, creo, tengo el recuerdo de cuando era una niña. Está por ahí, porque yo creo que los alimentos, los aromas, es lo que más a veces nos transporta, y en este caso fue a mi niñez, y tengo tan, tan grabado en la cabeza ese día que mi padre me dijo: vente para acá, que te pongo, que nos hacemos esta salsa que en realidad la hizo él, y yo la hacía de pinche, pero creo que fue ahí donde dije, cómo me gusta esto de cocinar. Y luego era cada rato, ¿qué estás haciendo?
Me colaba en la cocina, porque mi padre era cocinero de profesión.
—Sí, cuentas en la introducción de tu libro, 10 años regentando el restaurante familiar junto a tu padre y tu madre.
Yo nací en Colombia y allí durante muchos años, toda la vida tuve un restaurante también italiano y una fábrica de pastas también artesanales.
—Hablas también de la fábrica de pastas y me llama la atención porque a ver, lo primero que te apetece sobre todo entre horas, que tienes un hambre insaciable y que no tienes tiempo, es que no te permites ese tiempo, ese tiempo lo dedica a otra cosa. Siempre llegas a coger galletas, bollería industrial quizás ya no tanto afortunadamente, pero es un error, porque para eso están precisamente las galletas artesanales o la repostería artesanal, cosa que no sé si hoy todavía se sigue haciendo.
Sí, bueno, yo en casa intento siempre tener algo sobre todo porque tengo un niño de 14 años, al que de pequeñito también estoy intentando inculcarle que hay que intentar no demonizar ningún alimento ni nada, porque hay que comer, yo creo que hay que comer de todo, pero sí ese pecadito que te quieres permitir entre horas no pase, y no caigas en ese error de comer al final cosas que no te aportan nada, sino que se hacen como esa necesidad momentánea y a la hora estás cayendo otra vez en que quieres más, porque ese es el problema de esos alimentos.
Intento siempre hacer por ejemplo un bizcocho casero, una galletita, que además es bueno para meter a los niños en casa e involucrarlos también que así aprenden porque en la cocina se aprende no solamente cocinar que se aprenden muchísimas muchísimas cosas así que siempre eso ahí por si hay que pecar pero que se peque bien.
—En la cocina compartes compañía, compartes momentos con lo que estás haciendo algo con tus padres, con tu padre y tu madre yo creo que es bueno además te enseña a comer un poco de todo, creo yo. Sin embargo, empezaste a hacerlo desde pequeña, empezaste a ayudar a tu padre, pero dedicaste a otra cosa, te enfocaste por otro camino.
Sí, bueno, el marketing y la publicidad es algo que siempre me encantó, bueno, fue lo que decidió estudiar en su momento, pero es verdad que siempre tenía el gusanillo de la cocina y cuando ya ellos se vinieron para España y tuvimos la oportunidad de montar el restaurante fue cuando dije, “voy a probar ahora que esta es mi oportunidad” y efectivamente fue lo que me abrió los ojos y me dijo, es que esto es lo que a ti te gusta.
—Publicidad y cocina combinan bien contigo.
Hombre, es que al final he terminado cayendo en ambos campos.
— ¿Cómo aliñas tus videorecetas para que tengan tanto éxito?
Primero hay que ponerle, como todo en la vida, hay que ponerle pasión, que esa pasión luego se refleja y ese amor por cuando haces las cosas con cariño, eso luego se transmite, sobre todo, no solamente, aunque te comas o no te comas el plato, yo creo que si están viendo que detrás de ese video hay cariño, hay dedicación, hay mimo, luego eso se refleja y ese yo creo que es el ingrediente principal, esos ingredientes son los principales.
—¿Subes cada día un post? No, cada día no. Antes sí que lo hacía a diario, pero es un poco esclavizante la verdad. Entonces decidí, mira, vamos a darnos un poquito de espacio, lo hago, intento hacerlo tres o cuatro veces por semana, que ya es bastante trabajo la verdad, pero si no, a diario no.
—¿Qué crees que te demandan más cuando tú subes un post?
Lo noto, que si me salgo un poco del esquema, de pronto que si hago una receta, por ejemplo hace poco hice un bizcocho de calabaza que lleva nueve ingredientes, la gente yo creo que cuando ve ese listado dice, oh ya no.
—¿Cuanto menos ingredientes tenga la receta y diga la gente, ah pues mira, esto lo tengo, esto lo tengo, ya está, ya está listo?.
Sí, sobre todo porque los ingredientes son normales, no voy a decir ni fáciles ni difíciles, normales, y eso es muy importante. Eso es fundamental.
—Tus recetas son fáciles, pero son sobre todo sanas. ¿Tenemos claro lo que es la comida sana?
Bueno, siempre que sea un plato equilibrado, que nos aporten nutrientes y las vitaminas que necesitamos, yo creo que eso es fundamental. Pero en general, lleva una alimentación en la que no te veas sufrir, en la que no te veas sacrificando tu disfrute, tu... que estés mortificado. Yo creo que ahí es donde está el secreto de ser sano.
Porque cuando estamos continuamente pensando ¿y si me como esto? ¿y si me como aquello? Entonces, aunque te lo comas sano, te va a caer mal. Hay que encontrar ese equilibrio.
—¿Comer sano no es sinónimo de tener que ser vegetariano?
No, bueno, yo, bajo mi punto de vista, creo que además todos los alimentos son necesarios. Por lo menos yo, es verdad que tengo muchas recetas que son vegetarianas, pero no es porque yo lo sea, es porque a veces tengo ciertas cosillas con los animales, pero no es porque yo como lo que más consumo, pescado, pavo, pollo , pero también consumo carnes rojas y no pasa nada.
—Me llama la atención que no hay recetas de pescado en tu libro. Tampoco hay recetas de ternera, hay algo de cerdo, pollo, pavo, pero no hay carnes rojas.
No, carnes rojas no, porque no la consumo no lo consumo con mucha frecuencia y el pescado lo consumo porque tengo que consumirlo porque considero que hay que consumir pescado pero no soy muy amante del pescado entonces por eso es que de pronto no está presente.
—Las verduras como ingrediente principal.
Sí, sin duda.
—La legumbre no tiene por qué ser un guiso de olla. No, para nada.
Hay ingredientes que tienen tantas posibilidades que es cuestión simplemente de ponerse, de inventar, probar y a lo mejor un día descubres que sí, que efectivamente te gustan las lentejas en un ensalada y no pasa nada.
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