“Rosa pasa página” se ha citado con Juana Cortés, para hablar de “Las vivas”, su última novela publicada con Espasa. La historia se desarrolla en Fuenterrabía, 1943. Ante la inesperada visita de Franco siete mujeres tienen siete días para poner a salvo a un piloto inglés.
“2 años, 8 meses y 15 días. La radio, la mesa, la mujer, el faro. La hija, la otra hija y una noche fresca y una lluvia que vino y se fue en una breve visita. Y el silencio, la espera. Hay momentos que duran el doble que otros. ¿Quién lo sabe? 1939.”
Así arranca la novela, porque son fechas importantes por los acontecimientos históricos que hay en esos momentos y también los que dan sentido a todo lo que va a pasar en la novela.
“Un grupo de solo hombres esperaba entrar en "El Faro", entre ellos el alcalde, también uno de los miembros más importantes de la colonia de veraneantes, del que se decía que tenía muy buenos contactos en la capital. "El faro" era un restaurante que pertenecía a Miren, un personaje con un pasado que ahora es quien lo regenta. La reserva es solo para ellos, se cuece la visita de Franco durante las fiestas de la ciudad de Fuenterrabía. Esto marcará un punto de partida que disparará toda la historia”
“Tiene parte de ficción y parte de realidad. La visita tuvo lugar. Lo descubrí en mi proceso de investigación para escribir esta novela”, afirma la autora.
Y añade: “Pero hay que ponerse en el lugar de Inés y de Juana, personajes ficticios o quien fuera en su momento, saber que tiene ante sí a diez personas y que algo está pasando ahí. imagínate en aquella época en la posguerra querer hacerlo todo muy bien y casi ahorrarte la respiración para que nada enturbie o sobre todo moleste a los que están ahí . Hay un elemento casual en que ocurre en el grupo de mujeres en el que está Miden, y es la llegada de un piloto inglés al que esconden en casa y tienen que sacarlo de allí cuanto antes”.
“Entonces—ratifica Cortés— todo lo que podía ser una visita, que hubiera sido un cambio para la ciudad mínima, para ellas en esos momentos significa que van a tener muchas más dificultades para cumplir el cometido de sacarlo de allí, de quitarse ya el piloto de encima porque les crean muchísima ansiedad, muchísima tensión, saben que están haciendo algo muy peligroso. Son siete mujeres y siete días para solucionarlo”
Y continúa: “Connor es el piloto. Llega hasta allí a través de “la red Comet” es una red que recogía a los pilotos, sobre todo ingleses, pero también algunos canadienses, que caían en la Europa ocupada por los alemanes. Los pilotos eran muy preciados porque parte de la guerra se podía ganar en el aire. Y, esta red se encarga de cogerlos, ocultarlos, antes de que lleguen los alemanes. Ellos saben que ha caído un avión, pero lo ocultan y lo van llevando a través de toda Europa, la Europa ocupada, normalmente hasta París. De París luego tienen que bajar hasta el sur de Francia, y a través del Bidasoa pasan a España”
“Tampoco se han acabado las penurias allí, porque en España tienen que llegar hasta San Sebastián, hasta el consulado. Del consulado los llevan a Gibraltar o a Lisboa, y allí cogen un barco para volver a Inglaterra. Es un viaje alucinante, de millas de kilómetros, de tensión, de tiempo, de un montón de colaboradores, casi todos civiles”
La Red Comet consiguió devolver 800 pilotos llevados de uno en uno, de dos en dos.
“Una historia como la mayoría de las que tienen que ver con la guerra que estaba muy tapada. Sobre todo aquellas que no son de grandes héroes que no se han reconocido, sobre todo cuando se trata de gente un poco de pie y que funciona de manera altruista. Personas comprometidas.
Compromiso que se va gestando entre estas mujeres sin ninguna planificación, sin ninguna ideología, casi siempre funcionando un por por impulsos, por agradecimientos, por compromisos. Por lealtad.
La palabra lealtad refleja muy bien la novela. Hay una lealtad y hay un compromiso entre esas mujeres que era lo que en realidad me interesaba de esta historia”, sostiene Cortés.
“Hay pasados que no deberían recordarse nunca, pero a veces el propio destino te vuelve a traer a alguien”, concluye la autora.