La cita de Rosa pasa página en esta ocasión, tiene que ver con alguien referente al mundo del libro, pero desde otra perspectiva, ya que dirige la mayor y la más importante cadena de librerías de España: Javier Arrévola, con más de veinte años de experiencia en cadenas como Loewe, Suarez o Uno de 50. Es fundador de IR. Y, director de La Casa del Libro desde 2018.
La entrevista tiene lugar en su propio despacho, un espacio de grandes ventanales y estanterías habitadas como no podía ser de otra manera por libros.
P.—Habías trabajado en empresas como Loewe, Suárez o Uno de 50. ¿Cómo fue tomar esa decisión, teniendo en cuenta que era un cambio total de producto?
R.—Fue un contraste muy fuerte desde un punto de vista de producto. Pero desde un punto de vista de negocio, no es tanto porque al final se trata de prescribir y es cierto que cuando me llamaron de Grupo Planeta para este proyecto en un principio me dije: "soy usuario, soy lector, pero evidentemente es un negocio que desconozco desde un punto de vista interno". Pero a medida que lo vas conociendo, te va enamorando, Y yo ya soy un enamorado completo del sector, no desde un punto de vista ya sólo de usuario o lector, sino desde un punto de vista ya de gestor.
P.—Quien visita la Casa de Libro, sale seguro con un libro bajo el brazo, además de una sensación diferente. Pero el libro en sí mismo es un producto, un negocio. Se acaba de cerrar el año, cuéntame como ha sido.
R.—El sector ha crecido casi un 10% y nosotros hemos crecido por encima de ese 10%, con lo cual estamos muy contentos. Creo que además el consumidor, el lector, se está dando cuenta de que la forma en que se llama libricidad, que es la manera en la que un libro aparece en tu vida, es la forma de comenzar a leer ese libro. Y creo que en Casa del Libro cumplimos esa cadena de valor, desde el principio, desde el minuto uno y esto no ocurre con otros medios.
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P.—¿Cuál ha sido el índice de lectura en cuanto a registros?
R.—Cada vez son más los jóvenes que leen. Tendría que mirar bien las estadísticas, pero el índice de lectura ha subido más o menos un 20% desde el final de la pandemia.
Al contrario de lo que se piensa, el lector joven está acudiendo cada vez más a las librerías, hay un fenómeno, una comunión entre las redes sociales que en este caso es una aportación positiva, y los jóvenes, para los lanzamientos de determinados libros que realmente lo que hacen es que se lea aún más, se apoyen unos a otros a esta lectura.
P.—Esta conjugación es muy interesante, porque es verdad que lo que más impacta, incluso a todos, no solamente a los jóvenes, es una frase, una imagen, un click. A partir de ahí, no solo que se compre el libro, sino que se lea.
R.—Eso, es. De hecho, nosotros en nuestras librerías tenemos Book Talkers, y somos el top 10, no solo de más vendidos, recomendados por TikTok, que esto al final es una manera de tener una complicidad con las redes sociales y que funciona de maravilla.
P.—¿El libro físico pudo con el digital?
R.—Y pudo de manera sobrada. De hecho, las cifras así lo avalan, en valor digamos que el mercado no llega al 8 % del mercado en libro digital, el resto es libro físico y ese libro físico se distribuye más o menos un 70 % en librerías, o sea, por canales físicos y un 30% por otro canal.
Es un soporte que las grandes librerías tenemos que tener. Nosotros tenemos nuestro propio soporte, pero el libro físico, además tiene una cosa que es insustituible, que es el tema del regalo. El regalo de un libro es insustituible en el mundo digital, porque puedes regalar un aparato o puedes repetir la actividad y se queda corto, y luego la dedicatoria del autor. Muy importante.
P.—¿Un librero debería saber orientar a un lector solamente con un par de preguntas?
R.— Con un par de preguntas ya sabría. Y yo creo que la mayoría de nuestros libreros así lo hacen.
P.—¿Tienen algún tipo de formación?
R.—La mayoría de nuestros libreros, tienen formación universitaria y la mayoría de ellos está en Casa del Libro por vocación.
Como librero hay formación interna, pero la formación más importante es la lectura de libros y esa formación muchas veces tiene que venir de casa.
En Casa del libro es muy difícil que pueda trabajar alguien que no sea lector.
Además te lo encuentras a todos los niveles, no solo a nivel librero en una librería, sino el director de operaciones, la directora de producto, evidentemente, la directora de reader, etc.
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P.—¿Qué tipo de lector eres?
R.—Yo era un lector de novela hace años y ahora me he vuelto un poco más "práctico", solo me leo novelas que realmente me recomiendan, que son muy buenas, y luego por supuesto tengo muchos autores que son amigos míos y amigas mías que me lo recomiendo yo mismo y me los leo. Pero soy muy lector de ensayo, me encanta la historia, me encanta la filosofía, algo de política, ahora está muy de moda todo el tema del estoicismo.
P.— ¿Y qué haces con un libro que te han recomendado y le has dado cinco vueltas y no hay manera?
R.—Hablo con el que me lo ha recomendado, para decirle que a lo mejor me estoy equivocando en el punto y estoy viendo que el protagonista o la protagonista está tirando hacia un lado o le está pasando algo que me estoy perdiendo y pregunto el punto de vista, que es cierto que no se debe hacer. Pero si es cierto que he abandonado varios libros.
P.—Me llama la atención tu plena confianza en quien te lo recomienda. Eso es que acierta casi siempre.
R.—Tengo buenos perceptores.
P.— Cuando una librería pequeña en cuanto a metros cuadrados de superficie, se cierra, surge un sentimiento de tristeza, y casi siempre el ojo crítico mira hacia las grandes superficies. No digo que les culpe, pero es como si ellos acaparan tanto que esa pequeña librería, no es capaz de hacerlo.
R.—Yo creo que hay sitio para todos. El tema está porque la librería de la ciudad, de pueblo, de barrio, normalmente tiene fidelizados a sus lectores. Yo creo que la unión con esa librería es muy fuerte.
Lo que pasa es que a medida que pasan las generaciones, el negocio de la librería es bastante duro, por márgenes, por operaciones, por alquileres, es un negocio duro para empleados, etc.
Entonces, normalmente, esas librerías se mantienen cuando el dueño de la librería está gestionando la misma. Le pone todo su cariño, toda su atención, pero cuando este dueño se jubila. ahí hay un problema de sucesión, hay un problema de gestión, etc.
Nosotros no queremos competir con estas librerías. Queremos tener nuestro propio mercado, nuestro propio lector, nuestra propia masa crítica. Y es más, hay ciudades en España que no hemos abierto porque sabemos que hay varias librerías y no queremos entrar como un elefante en una librería.
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P.—¿En cuántas ciudades españolas ha entrado no un elefante, sino una librería de La casa del libro?
R.—Nosotros este año hemos cerrado con 63 librerías. Y podemos decir que prácticamente en todas las ciudades españolas de más de 200.000 habitantes estamos. Y las que tengan entre 150.000 y 200.000 habitantes yo creo que iremos abriendo paulatinamente de aquí a 2-3 años.
Prácticamente en tres años todas las ciudades y poblaciones importantes de España van a tener un Casa del Libro, exceptuando aquellas que a lo mejor ya tienen bastantes librerías y es mejor no producir competencia que a lo mejor no es sana para el sector.
P.—Casa del Libro, centenaria hace muy poquito.
R.—Fueron 100 años el año pasado y la verdad es que vivir todo aquello fue maravilloso.
P.—Habrá muchas anécdotas.
R.— Sí, hay muchísimas anécdotas acerca de Casa del Libro, sobre todo de Gran Vía, de cómo cambió de nombre la calle por los avatares de la historia, digamos, durante la Guerra Civil, fue oficina de propaganda de las juventudes socialistas, fue lugar de encuentro, en la posguerra, fue de intelectuales para hablar de cosas que no se podían hablar en otros sitios y la verdad es que siempre ha sido cuna de cultura, agente cultural, es historia viva.
P.—¿Cuál es tu joya de libro?
R.—En cuanto a novela, la que más me ha impactado ha sido “La sombra del viento” de Carlos Ruíz Zafón. Cuando leí esa novela hubo algo que me hizo pensar y dije: “ Aquí está pasando algo”.
“Los ingratos” de Pedro Simón, es un libro que me ha ilusionado muchísimo.
Te puedo hablar de muchos, pero de novelas, esas dos novelas me han marcado, una más recientemente y otra hace bastante tiempo, y me han impactado bastante. Luego te puedo decir que los grandes autores, por algo son grandes autores, nunca fallan.
Tienes a Dolores Redondo, Pérez Reverte, Paloma Sánchez Garnica, que acaba de ganar el Planeta.
P.—Esos libros no hace falta que te los recomienden.
R.—No. Eso ahí, la prescripción no va a lugar. Ahí ya va adherido a que ya conoces al autor. Y además como que está testeando. No sé si el autor es que nace como una estrella. Y saque lo que saque prácticamente es imposible que no te guste un libro suyo.
P.—Tienes más de 25 años de experiencia como directivo en la industria del lujo, moda y retail. La experiencia se consigue a base de trabajo, pero no todo el mundo puede hablar de una experiencia tan dilatada como la tuya, porque no tiene esa oportunidad. Entiendo que es cuestión de perseverancia y buen hacer.
R.—Mi padre y mi abuelo fundaron una fábrica de textil aquí en Madrid, yo trabajé con ellos, estudié mi carrera de ciencias económicas y empresariales, y luego hice un MBA en IE Business School, y a partir de ahí empezó mi carrera profesional, pues partió del mundo Retail, luego trabajé en Travel Hytale viajando por el mundo.
Y la verdad es que a mí el mundo del lujo, de la moda, de la joyería siempre me había atraído muchísimo y me ha encantado.
Pero es como si esta etapa en mi vida, era como que estaba esperándome ahí para completar mi carrera profesional y disfrutarla de una manera muy diferente a lo que he disfrutado en mis etapas anteriores. Porque digamos que esta experiencia, del sector del mundo del libro, que te hace sentir muy bien, porque te hace sentir muy útil.
Te hace sentir que perteneces a un mundo, al mundo de la cultura, y aportas tu pequeño granito de arena, y entonces tienes los pies muy en el suelo.
Y luego conocer autores, conoces cómo funciona por dentro todo esto, que te voy a contar. Eso es fascinante. Pero es fascinante porque es un sector que es increíble lo cercano que está la persona creativa, que es la persona que escribe el libro, del usuario final, de una manera desde el punto de vista de negocio, desde el punto de vista del lector. Porque si tú miras el mundo de la moda, de la joyería, cualquier sector del mundo Retail, los creativos no están tan cercanos a los usuarios como está el mundo del libro.
Y aquí ya tienes la Feria de Madrid, tienes San Jordi, tienes los eventos, los miles de eventos, cosas de librerías de firmas, donde puedes conocer a la persona que ha creado tu producto, que es el sector, y esto es algo que es mágico.
P.—Sobre todo porque el libro es inagotable y además no tiene fecha de caducidad. Insustituible.
R.—Insustituible. Yo había oído por ahí que si el libro no se hubiera creado, se crearía. Y es que es un gran invento. Porque está hecho de unos materiales que, bueno, pues como "El infinito en un junco" pues tienen miles de años y sin embargo sigue plenamente vigente. Es como si estuviera bendecido por algo.
P.—Humildad y experiencia en un puesto directivo casan bien.
R.—Sí. Deben casar. Además hay que ser muy humilde. Cuando fichamos a una nueva persona en Casa del libro, un nuevo profesional, y entra a trabajar con nosotros, lo primero que le digo es que me tomó mucho tiempo aprender del sector. Este sector hay que aprenderlo, hay que vivirlo, hay que tener un periodo de adaptación, porque no es lo mismo desde fuera comprar un libro o encarnarlo por internet, o leer, que el hecho de prescribirlo.
Cómo funciona el mundo de la prescripción y el mundo del librero, que es un mundo completamente diferente a lo que pensamos que es.
P.—Comprar un libro por internet, un medio como Amazon, tiene la capacidad de tenerlo todo, y traértelo a casa en poco más de veinticuatro horas.
R.—Bien, yo creo que La casa del libro ha sabido adaptarse, ha sabido no ponerse a la altura, sino un poquito más por encima y ha dado la posibilidad también de tener el libro cuanto antes y tenerlo todo.
P.—Pero hay algo más que no se nos tiene que olvidar, que es que la librería es física y puedes entrar en ese contacto con los libros.
P.—Sí, por supuesto. La manera de comprar un libro forma parte de empezar la aventura de la lectura de ese libro. Yo creo que cada vez más lectores se dan cuenta de la magia de comprar un libro en la librería. Digamos que la historia empieza mucho mejor que si te llega a casa en una caja de cartón o con un cepillo de dientes.
Por eso siempre digo que Amazon ha venido a ensanchar el sector, y a democratizar el sector. Había mucha gente que antes no compraba libros, que ahora los compra, también gracias a que con un click le llegan en 24 horas o incluso si lo pides por la mañana, lo tienes por la tarde y hay que saber adaptarse a esto.
Y nosotros lo que hemos hecho ha sido ser la mímesis de amazon, esa cara amable, esa cara cultural, ese prescriptor de libros. Solo vendemos libros prácticamente, no vendemos otra cosa, hay otras librerías que venden mochilas, material de papelería a un nivel muy alto, etc, que es completamente respetable y a lo mejor algún día lo hacemos nosotros, no lo sé, pero de momento hemos querido respetar el ADN libre de lo que tenemos y ofrecer fondo y ofrecer un 97% de lo que vendemos que son solo libros. Y esto es algo que al lector, y a nuestro lector le gusta mucho.
P.—¿Cómo puede afectar al sector del libro, la inteligencia artificial?
R.—Sí, va a afectar desde un punto de vista creativo seguro. Ahora tenemos los audiolibros, nosotros vamos a empezar a lanzarlos y a venderlos ya este año en poco tiempo.
En muchos audiolibros, la gente se ha contratado, actores que les ponían voz y ahora se va a empezar a ofrecer esa voz pero con la inteligencia artificial.
Y desde el punto de vista creativo ya veremos hasta dónde llega.
Nosotros internamente desde el punto de vista de librería, de negocio, la estamos utilizando para todo el tema de aprovisionamiento de libros. Tenemos, por ejemplo, en Gran Vía, 100.000 referencias y necesitamos mucha ayuda para saber qué referencias tenemos que tener y cuáles no y qué fondo tienen que tener. Y en esto, la inteligencia artificial nos está ayudando.
P.—Los audiolibros es un paso más, ya no se limita solo al libro físico. Y después vendrá otra cosa, siempre hay que innovar y estar al día.
R.—Sí, lo que pasa es que la cobertura está inventada. La mayoría de los libros se compran en físico y en canales físicos. Nos podríamos preguntar, qué manzanas hay que poner en la cesta, y de la tecnología hay que poner algunas, pero la mayoría de las manzanas han de ser las personas, la librería, los buenos prescriptores, formación para los libreros, buenos libreros.
Sin perder de vista a la tecnología que es fundamental. Aunque hay que seguir apostando por el libro físico.
P.—¿Qué no falta nunca en tu despacho?
R.—No faltan libros. Un informe diario de cómo y qué venden todas las librerías todos los días. Y las fotos de mis hijos.
P.—¿Qué más hace un director de la Casa del Libro?
R.—Lo más importante que he hecho hasta ahora ha sido crear un plan estratégico para ver dónde teníamos que estar.
Cuando llegué aquí en el 2018, Casa del Libro, tenía un futuro que no estaba escrito. Y creo que una cadena de librerías o una cadena de joyerías o una cadena de lo que sea, tiene que tener un futuro que ha de estar escrito, y creo que dar esa misión, dar esa visión, dar esas herramientas para que sepan las personas, en este caso de Casa Libro, dónde voy a estar dentro de dos, tres, cuatro años, te da seguridad y te da comodidad, y esa es la aportación que he podido hacer aquí.
Ya sé que está Amazon, que el mundo del librero ha estado sufriendo mucho, y más en el 2018. Sé que es un mercado uniplano, que hay muchísimos competidores, que las personas abren librerías muchas veces por hobby, pero nosotros tenemos que ir por aquí.
Y el crear esa misión, crear unos valores, es la mayor aportación que he podido hacer, y que además genera crear orgullo de ser librero primero y por supuesto pertenecer a La Casa de Libro. Y yo creo que esa es mi misión principal ya desde ahí no sé, pasar a todos los planos de expansión, dónde abrimos las librerías, qué hacemos con el mundo digital, etc. Pero lo más importante es esa visión de futuro.
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Engrevista: Rosa pasa página
Editor de sonido: Manuel Muñoz.