"La capacidad que tiene este sistema para silenciar a alguien a través del desprestigio" Bueno, es esto de “tu difama que algo queda”
Rosa pasa página se ha citado con el autor de “Nadie contará la verdad” Constructores, banqueros, abogados, altos cargos políticos, directivos de medios de comunicación, corrupción política, presidente de la Xunta de Galicia y un reguero de víctimas.
—Solo con la introducción, cualquier oyente pondría en su cabeza a un político que comparte apellido contigo, con el autor.
La verdad es que es curioso, un libro sobre la corrupción, con un apellido que todos conocemos, y un nombre que también. Llamarse Pedro Feijoo y escribir sobre corrupción y política. Más consenso no puede haber en mi nombre.
—“Con el dolor oculto, allí donde nadie se lo espera, en las sombras de una escena cotidiana, en los pliegues de la rutina, es ahí donde al dolor le gusta emboscarse, en los puntos ciegos de todos y cada uno de esos momentos que creemos tener bajo control”
Así es como comienzan las desgracias, así es como comienza tu libro. Entiendo, y tal y como lo he leído, es esa escena en la que todo parece que funciona, todo está idealizado, todo está genial, pero algo va a ocurrir, algo chirría ante lo que estamos viendo o leyendo, ¿es así?
Sí, y de hecho, buena parte de la intención de esa especie de entradilla que utiliza la novela era llamar la atención sobre cómo muchas veces, nos comportamos como si todo estuviera bien, como si lo tuviéramos todo bajo control, cuando en realidad hay algo que nos amenaza desde hace tiempo.
El problema es que me da la sensación de que muchas veces nos comportamos como si ese riesgo, esa amenaza que sabemos que está ahí, no fuera con nosotros. La corrupción es algo que va a afectar a los demás con un dinero que no es de nadie y sin embargo, claro, el problema es que da igual que a nosotros no nos interese la corrupción, a ella sí le interesamos nosotros.
—La corrupción no es meramente como todos sabemos un tema político, es un entramado que afecta al mundo empresarial, a los medios de comunicación, a la banca y a la administración pública que a fin de cuentas, si decimos pública, somos todos nosotros.
Claro, ese es uno de los problemas que me encontré a la hora de cómo plantear esta historia. La gente tiende a asociar el concepto de corrupción solamente con el campo político. Y entiendo que esto suceda, porque al fin y al cabo la corrupción política siempre es un titular muy vistoso, muy apetecible, muy intencionado también, pero como tú dices la corrupción es un monstruo, es un calamar gigante con muchos tentáculos.
Uno tiene abrazado el campo político, pero evidentemente la corrupción afecta a la empresa, afecta como dices a la administración. Hay corrupción policial, hay corrupción informativa, hay todo tipo de corrupción, es como una gran máquina, un gran entramado y eso es lo que intentaba por lo menos transmitir en el comienzo de la novela, no se puede contar esta historia centrando solamente en uno de esos campos porque si no serías parcial, tendrías una mirada partidista y yo creo que eso no sería honesto con el lector.
—En esta historia, tenemos personajes como son Salva Lamas y Marosa Vega. Destacas la importancia y el riesgo del periodismo de investigación. Yo, fíjate, creo que este periodismo de investigación se hace mucho más complejo cuando se trata de un tema de corrupción a cuando se trata, por ejemplo, de un tema de una víctima, un asesinato. porque precisamente por eso, por el entramado tan grande, por toda esa tela de araña que abarca tanto y que tú tienes que andar muy, muy de puntillas.
Absolutamente. Mira, una de las cosas que intentaba poner en valor a lo largo de toda la novela era, primero, reclamar la atención sobre lo absolutamente importante y necesario además que es que es bueno tu trabajo que es el oficio del periodista NECESITAMOS MÁS QUE NUNCA MÁS INFORMACIÓN, MÁS PERIODISTAS QUE ESTÁN DISPUESTOS A SEGUIR PARTIÉNDOSE LA CARA POR INFORMARNOS, PORQUE SI NO ACABAREMOS SIENDO UNA BUENA SOCIEDAD DESINFORMADA O LO QUE ES PEOR MAL INFORMADA INTENCIONALMENTE MAL INFORMADA Y ESO ES TERRIBLE PORQUE UNA SOCIEDAD DESINFORMADA ES UNA SOCIEDAD MUY MANIPULABLE.
En el caso de ese ejercicio del periodismo de investigación estoy totalmente de acuerdo con lo que percibes tú. Efectivamente si alguien se decide a investigar un caso aislado, un crimen, bueno pues es más probable que sí que llegue a algún punto porque a lo mejor solamente tiene esa relación. En cuanto te metes en un entramado más complejo aumentan proporcionalmente las posibilidades de que le toques las narices a alguien a quien no debes y ahí te van a bloquear, se va a acabar la historia porque cuanto más grande sea el medio es más probable que esta persona sea amiga o esté relacionada de alguna manera con alguien que también tiene intereses en ese mismo medio. Es un poco frustrante por cómo ves muchas veces que la verdad está ahí y no puedes seguir avanzando. Al fin y al cabo, a ver, somos el país que se tiró no sé cuántos años preguntándose quién demonios podría ser m.rajoy yo que sé...
—Verdad solo hay una supongo; bueno supongo no: verdad solo hay una, la cuestión es que a la hora de contarla hay muchas licencias e intereses.
Exacto y eso es una de las cosas que me refería cuando decía lo frustrante que es todo esto porque claro pero si tú lo sabes, sabes que está ahí... Mira, a mí me recordaba muchísimo cuando estaba trabajando en la documentación de la novela, me sentí muchas veces como el niño este que sale al final del cuento este clásico, de El traje nuevo del emperador. . Tú ves, sabes cuál es la verdad, está desnudo, pero oiga, que está en pelotas. Claro es lo que dices tú, la verdad es una este dinero antes estaba aquí y ahora no está usted antes tenía el bolsillo vacío y ahora lo tiene lleno hombre pues yo que sé tampoco hay que hilar mucho más fino, pero sí es increíble, increíble la cantidad de subterfugios que puede encontrar el relato en función de a quién le hagas la misma pregunta y es de verdad es facilísimo, pero no; verdades creo que hay tantas como posibilidades de contarlas al final es desesperante Rosa de verdad.
—La mejor forma de estar completamente seguro de que se va a guardar, voy a decir un secreto, que se va a proteger la espalda no solamente la tuya, sino la punta del iceberg, es aniquilando, llevándolo a la tumba. ¿No?
Es cierto, esto ha pasado muchísimas veces, si alguien llega a ser realmente molesto o peligroso o puede poner en riesgo unos intereses enormes construidos durante mucho tiempo, pues se le saca de delante y ya está. Que al fin y al cabo a nuestro alrededor tenemos historiales muy comprometidos, comenzando por los infartos más oportunos de la historia de la salud cardíaca en España.
Y luego hay otra cuestión, que es que ahora estamos hablando de deshacernos esencialmente de la persona, que esto sucede, pero luego hay otras maneras más discretas de hacerlo en la novela se insiste mucho también en la capacidad que tiene este sistema para silenciar a alguien a través del desprestigio si no hay nada se monta una campaña en contra y ya está en el tiempo que esta persona consume energías para desmentir lo que se ha dicho, ya no lo está aplicando en seguir trabajando, en seguir adelante con su trabajo. Bueno, es esto de “tu difama que algo queda”
—Me interesa este perfil de Marosa Vega, y hábil periodista, que, trata de encontrar esa verdad y es casi lo que acabamos de decir, ¿no? Se la intenta quitar del medio de alguna manera.
Yo creo que Marosa es un poco el resumen o la síntesis de ese tipo de profesional comprometido del que hablábamos antes. Le debemos mucho a todas las Marosas y a todos los Salvas de vuestro oficio porque sin ellos estaríamos perdidísimos la verdad.
—Hay otra otra vertiente de lo que es la prensa, el discurso de la prensa, la manipulación y la gestión de la información, ese poder también que te da manipular la noticia en función del medio para el que trabajas o en función de la necesidad de comunicar.
Sí, mira, durante todo este proceso de documentación, que como te digo fue largo e intenso, a mí me obsesionaba sobre todo que lo que contara estuviera bien contado, que tuviera verdad. Y dentro de esa serie de entrevistas y de encuentros y de charlas me reuní con muchos periodistas, gente además a distintos niveles dentro de la profesión desde esto que estamos diciendo ahora, redactores o periodistas que están a pie de calle, directores, miembros de consejos de administración, era de verdad desesperante cómo cada uno a la misma pregunta te respondía de maneras completamente distintas.
Una de las respuestas que me encontré con la que no contaba en aquel momento era hablando con el director de un periódico importante. Él fue el que me dijo ya es que te estás olvidando de que algo que resulta determinante también a la hora de mantener con vida, hacer que mañana podamos volver a salir a la calle, es la publicidad.
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