Rosa pasa página se ha citado con David Phillips, experto en liderazgo y comunicación, identifica las seis hormonas que más influyen en nuestro estado de ánimo y nos da las claves para que aprendamos a controlarlas convirtiéndonos en nuestra mejor versión.
David rebosa empatía y la entrevista transcurre con un tono jovial y alguna que otra carcajada. Y lo más importante con la lección aprendida sobre cuales son “Las 6 hormonas que van a revolucionar tu vida” Un manual muy práctico para influir directamente sobre tu estado de felicidad, gracias a tu propia biología.
“Te sientas en un taburete a la barra, el cuero gastado del asiento da fe de las muchas personas que han intentado acallar sus pensamientos con alcohol a lo largo de los años allí, así como de las que vinieron a celebrar algo. De esas hay muy pocas. Te inclinas sobre la barra y llamas la atención de la camarera”
—¡Un cóctel celestial, por favor! Quiero aumentar mi motivación y mejorar mi humor.
—Marchando, dopamina y serotonina.
P.—Así a voz de pronto, parece fácil.
R.—Sí. Si vas al gimnasio, consigues serotonina, testosterona, dopamina. Así que es un buen cóctel. Si tienes una situación íntima, o una situación inimaginable, en la que estás muy a gusto diríamos que estás con buenos niveles de serotonina, y dopamina, así que sí, algunas cosas en la vida pueden tener un impacto celestial.
P.—Nuestro propio cuerpo produce una serie de hormonas, igual que acabas de decir que vas al gimnasio y hay algunas que se activan. La cuestión es cómo incentivar según qué hormonas y en función de lo que necesites en ese momento.
R.—Si quieres estar más presente, tener más empatía, puedes aumentar la oxitocina, mirando por ejemplo fotos de tus hijos cuando eran pequeños o mirando algo que te emocione, que sea un poco lacrimógeno y entonces automáticamente la oxitocina se dispara.
Si quieres dopamina: escucha a la música que te hace sentir animado, que te da esa sensación de venirte arriba e inmediatamente tienes dopamina.
Si quieres endorfinas: ríete, ríete durante 10 segundos y luego las endorfinas suben.
Esas son las 3 más fáciles de estimular.
P.—Hay sustancias que son responsables de nuestro estado de ánimo. Bien, pero refiriéndonos al libro, tú señalas las 6 hormonas que pueden revolucionar tu vida. Aunque has nombrado tres quizás más importantes y si te parece vamos a hablar un poquito de cada una.
Entiendo que la dopamina es una de las hormonas que tienes que aprender a controlar porque creo que la dopamina se alimenta de más dopamina.
R.—efectivamente nunca está satisfecho
P.—Entonces cómo consiguen mantener el nivel exacto de esa dopamina.
R.—La dopamina lenta viene de entrenar, pasear, leer, aprender un idioma, por ejemplo, cocinar.
Todo eso te dará un nivel estable de dopamina.
Si eres adicto a la dopamina rápida, comida azucarada, Netflix, Youtube es muy fácil siempre querer más, más chocolate… La dopamina rápida es la que nos hace más adictos más que la dopamina lenta
P.—¿somos grandes consumidores de dopamina rápida?
R.—Somos los mejores.
P.— ¿El sexo consentido mejora la dopamina lenta?
R.—Es como un ejercicio cardiovascular que produce por sí mismo un increíble cóctel celestial porque además incrementa los niveles de serotonina y oxitocina.
P.—Vamos con la serotonina entonces, ¿cómo funciona?
R.—Nadie lo sabe. Lo que da miedo de esto es que durante un tiempo se pensaba que la depresión tenía que ver con la serotonina. Los antidepresivos actúan en la serotonina, pero estudios recientes muestran que no tiene nada que ver con la serotonina, así que la serotonina es súper complicada. Y lo que sabemos es que podemos aumentarla, por ejemplo con el sol, entrenando, con ciertos tipos de comida…
Y al mismo tiempo el estatus social. Si nos movemos con personas que nos elevan, que nos dan la palmadita en la espalda y nos dicen que eres fantástico, la serotonina puede aumentar. Pero de las seis es la más compleja.
P.—La oxitocina se alimenta o se retroalimenta cuando tú proporcionas bienestar a los demás. Por lo tanto, ¿escuchar a una persona te proporciona también oxitocina.
R.—Sí, en cualquier comunicación es igual de importante. Cuidar de otras personas, ser amable.
P.—¿La serotonina es la más difícil? ¿Cuál es la más agradecida?
R.—La oxitocina y las endorfinas. Reírse, para las endorfinas. Y también puedes ver una foto entrañable para la oxitocina. Pero pensar en algo que quieres. También aumenta la dopamina.
P.—Vamos con el cortisol. El cortisol está asociado a los niveles de estrés.
Hay tres propósitos del cortisol que son: lucha, huida o parálisis. ¿El cortisol ataca fisicamente a un órgano, como es el hígado?
R.—La verdad es que no lo sé. La implicación exacta del cortisol,
Habría que preguntar a un médico. Realmente lo que yo creo es que provoca inflamación en el cerebro y eso impacta en nuestra salud mental.
P.—Tiene que ver con el estrés, pero el estrés a veces es bueno porque si sabes gestionarlo, trabajas mucho mejor.
R.—Sí, un poco de estrés te hace conducir mejor, te hace ir más rápido en la cabeza. También cuando nos enamoramos, el cortisol aumenta.
Cuando hacemos cosas que son emocionantes, el cortisol aumenta. El estrés es fabuloso.
Es el estrés crónico, es el que nos lleva a pique.
P.—Las endorfinas se generan con risa y sonrisa.
Pones el ejemplo de un baño con agua fría. Es el dolor, pero también la satisfacción que se crea con ese baño frío.
R.—Sí, un baño de agua fría puede aumentar los niveles de dopamina, hasta el 250%. Eso es el disfrute, el placer. También puede aumentar la noradrenalina hasta el 350%. que es el foco, la concentración. También puede aumentar las endorfinas, que es un analgésico, parecido a la morfina.
Estás como colocado y si miras a una persona que se ríe que realmente se ríe histéricamente con amigos, el tiempo avanza sus bromas van bajando en calidad; cada vez tienen menos calidad porque ya no saben de que se estaban riendo al final porque están así colocados. Es una fábrica de sustancias químicas en el cerebro que efectivamente pueden drogarnos, pueden colocarnos .
P.—¿Somos pura química?
R.—Somos química y electricidad. Si lo miramos como la función del ser humano, pero espero que haya algo de mágia también.
P.—Hablamos de cóctel celestial. También hay gente que está a gusto en un cóctel Infernal. Hay gente que vive en una zona gris. ¿Es una forma de ser?
R.—Bueno, todas las seis hormonas tienen una parte oscura y una parte luminosa. Si una persona quiere, por ejemplo, tener un vínculo con su pareja, puede efectivamente rechazar a alguien. Puede rechazar a esa persona, irónicamente.
Y eso crea oxitocina. Creo que a muchas personas les gusta hacer eso. Porque les hace sentir valiosos en el grupo.
P.—Cuando hablamos de testosterona siempre pensamos en fuerza, músculo, falta de sensibilidad, ¿es un error?
R.—La ciencia más reciente nos dice que es un amplificador de nuestros comportamientos sociales. Sabemos que la testosterona reduce el pensamiento crítico. Nos da más confianza en nosotros mismos. Porque baja nuestra capacidad, nuestro criterio.
P.—¿Cuales son los elementos que debemos tomar para obtener un coctel celestial?
Lo más importante es reducir el cortisol. Porque el cortisol lo que hace es eliminar dopamina, oxitocina, serotonina, morfina, testosterona, estrógeno... Si lo disminuye drásticamente, así que si mantienes un cortisol crónico, ya está, se acabó el cóctel celestial. Y da igual que pasees por la mañana, que hagas meditación.
Hay que empezar a escribir todo lo que te estresa. Conflictos, aplicaciones móviles, comida a la que eres alérgico, ruido, tu estado mental.
Y cuando lo haces, quitas el 20%. Y el cóctel celestial empezará a formarse automáticamente, por pura homeostasis, por equilibrio. Hay que bajar siempre el cortisol. Entonces cuando hayas hecho eso, ya puedes añadir más cosas a tu cóctel celestial. Pero hay que empezar por el cortisol.
El 20% de lo que te estresa efectivamente requiere fuerza de voluntad, pero es tan valioso.
P.—Tu cerebro decide crearse falsas verdades para protegerte del dolor, pero te estás mintiendo.
R.—Sí, eso es cierto. Y el objetivo número uno es protegerte del dolor, porque eso obviamente daña a nuestro organismo. te puede hacer crear creencias que te están protegiendo de ese dolor.
Como menciono en el libro, a mí me daban miedo las mujeres, porque me habían provocado dolor cuando tenía 13, 14, 15 años. Mi cerebro había creado esa creencia de que si las novias te producen dolor, hay que evitarlas.
Claro, es una verdad horrible. Horrible. Así que cuando eliminas eso, la vida fue un millón de veces más fácil.
P.—¿Decides escribir el libro por una experiencia, Por ejemplo, lo que acabas de contar. O cualquier otra.
R.— No realmente no quería escribir el libro pero... Digámoslo así... En mi caso, para escribir un libro así, es exigente, mi vida ya estaba llena.
Y así que añadir el libro a mi agenda, añadió más estrés a mi lista. Así que lo estaba evitando. Porque agregaría más cortisol. No quería hacer eso.
Así que un buen amigo, es autor y un fantástico publicista, me estuvo comiendo la oreja constantemente. Y dije, venga, vale. Tuve entonces que retirar algo más de mi lista de cortisol, para poder añadir este elemento, pero aún así no quité suficiente y ha sido estresante pero cientos de miles de personas lo están leyendo y les ayuda y eso me llena. Así que ha merecido la pena.
P.— Pero, fíjate en el título dices: las seis hormonas que van a revolucionar tu vida.
Revolucionar significa, algo dinámico, cambiar, mover. Casi, casi me acerco a ese cortisol, a esos niveles de cortisol elevados y ese no es el mensaje, no?
R.—Como dije, el cortisol es genial. El cortisol es fantástico, porque es emoción, es energía. Así que, ¿quién no quiere sentirse energético? ¿quién no quiere sentir emoción?
Puedes escuchar la entrevista en Spotify y Youtube.