Rosa pasa página charla con Edurne Cadelo autora de “Mara, 22 canciones y un verano” (Ndenovela 2024). Un “road trip” para redescubrir el amor cuando tienes cumplidos los 44 años, un marido y dos hijas adolescentes. La necesidad de un cambio ante una vida en principio acomodada.Un reseteo sobre si las decisiones tomadas en el pasado deben condicionar de por vida lo que para la protagonista tiene de felicidad caducada.
“El comienzo de la historia, es un episodio que Mara está viviendo con su marido. Él se despierta con ella en la cama y quiere tener sexo, la despierta sin ningún tipo de contemplaciones y ella digamos que participa sin ningún deseo porque lo único que quiere es que termine cuanto antes. Él solo quiere desfogar su excitación. Tanto es así que ella le recrimina que eso mismo podría haberlo hecho en la ducha”
Un episodio que describe la etapa de la vida de un matrimonio que ya duraba muchos años con dos hijas adolescentes. La rutina y cómo se resuelve esa primera hora de la mañana en la que bien podría ocurrir en muchas casas de muchas lectoras”, reconoce Cadelo.
“Mara reflexiona mientras se mira en el espejo. Sabe que no está bien y lo peor de todo es que si alguien se detuviera a mirarla a los ojos, se daría cuenta porque aunque se muerda la lengua, su mirada triste, perdida y apagada, la delata. Mara trabaja traduciendo libros de texto. Un trabajo poco remunerado, añadiendo el no remunerado como madre”, sostiene la autora.
Y continúa: “Su marido le recrimina “la mierda” que cobra por su trabajo, pero no reconoce la carga de trabajo que hay en casa, además de encargarse de dos niñas adolescentes”
“Por todo ello, decide marcharse un fin de semana de Madrid, con Jimena, su mejor amiga, para tratar de recuperar la mujer que un día fue, y la necesidad de cambiar de aires”
“Todos en algún momento hemos necesitado decir no puedo más y hemos hecho mentalmente la maleta o no, y hemos abandonado unas horas, o unos cuantos días para coger aire, o para cambiar de aires y en ese abandono no hay derrota sino salvación”, afirma Cadelo.
Y añade: “La amistad y la música están muy presentes en esta historia. Jimena le hará una propuesta muy atractiva, tanto como el personaje de Bastian, líder y vocalista de la banda de música indie del momento. Mara iría en su gira por todo el país como fotógrafa del grupo musical”
“Las noches de verano y la música traerán una nueva ilusión, no solo para Mara. Amor en edad adulta. Un descubrimiento que romperá el orden de su vida y ganas de vivir”
Un amor del bueno a ratos suave, a ratos salvaje que llega sin esperarlo, invade, enciende, arrasa, sana, madura, aumenta y nunca disminuye, porque yo creo—añade la autora—lo importante desde ese amor del bueno es la intensidad. Concluye Edurne
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