"O estabas casada, o seguías las órdenes de tu padre. Si te quedabas viuda, bajo la de algún hijo o quizás de algún hermano"
Apia acaba de casarse con alguien a quien no desea. Además, ha de soportar los desdenes de su hijastro y defender su casa de confabulaciones políticas. Roma siglo I a. C.
—Decíamos que Apia estaba casada con un hombre al que no quería, un hombre que se dedica al comercio de las perlas. ¿Quién era, Salvio Sexto?
Salvio Sexto es un hombre, que en realidad no es un hombre malo. Pero claro, a una chica de 14 años que no esperaba ser casada con un hombre de 30 años más mayor, no le gusta mucho la idea.
En realidad, el libro comienza cuando Apia tiene 23 años y una esclava la despierta y le dice, «Ama, despierte, su marido ha muerto». Ella había estado casada desde los 14 hasta los 23 y ahora, ya viuda, tiene una nueva oportunidad de vida donde va a intentar meterse en ese mundo de hombres que llevan adelante el comercio de las perlas. Negocio que ya llevaba su marido.
No la van a dejar, en el sentido que no la dejan entrar a las reuniones de hombres.
Si bien legalmente, ella puede comerciar las perlas, pero no la dejan entrar a las cenas de la cofradía que es donde se decide en qué barco van a salir las perlas, de qué puerto, y a qué precio se van a vender.
Y ella está muy frustrada, desolada, y su esclava, Funilla, quien es una persona de mucha confianza, le va a dar la idea de que se disfracen de sirvientes, de que entren a fregar ollas y van a poder oír todo lo que se habla allí.
—¿O estabas casada o seguías las órdenes de tu padre, si te quedabas viuda de algún hijo o quizás de algún hermano?
Sí, la mujer romana era una eterna niña jurídicamente hablando. Ellas estaban bajo la tutela del padre y después bajo la tutela del marido y si estos dos no estaban, bajo la tutela del hijo varón y si no había ningún hombre en la familia, ellas tenían que contratar un tutor para que las represente.
En el caso de Apia que se queda viuda, tiene aun tutor al que se le paga. Porque el tutor se le paga una suma por comprar tierras por ejemplo. Entonces le da un poquito más de aire, más de libertad y esta es la vida que va a empezar a gozar Apia a partir de sus 33 años y que también ella va a recordar a veces cómo era su vida, cómo fue su noche de bodas. Cómo era ella a los 14 años, casada con ese hombre mayor.
En este recorrido hablamos de Roma, del poder, la conquista y la civilización de la grandeza de Roma. Describe muy bien todo cuanto se desarrolló en esa época y, entre otras cosas, hablabas de que Apia pertenecía a una clase alta, vivía en el Palatino, por ejemplo.
Sí: La ciudad tenía la parte alta, donde las casas eran muy lujosas, donde cada casa tenía de 100 a 200 esclavos, eran fresquitas y había un verano, corría una brisa y con mucho verde, eran tan lujosas como las casas más lujosas del mundo en este momento. Y después estaba la parte baja que era Suburra, que existe todavía Suburra como barrio, y ahí estaba la gente pobre que eran casitas apiladas unas sobre otras.
Uno de los personajes en el libro que es una hechicera y ella vive en Suburra. Lo sobrenatural, el Estado quería que en los templos, reinaran los sacerdotes que él ponía, no quería que fueran a consultar a las hechiceras, cosa que los romanos hacían con frecuencia. Entonces estas hechiceras, por más que cobraban muy caro, contaban mucho dinero, jamás se les hubiera permitido vivir en el palatino porque era algo mal visto. Y ahí vemos un personaje que es una de las hechiceras, cúal era su labor, cómo manejaban sus artes.
La esposa de Octavio, el primer emperador, era una experta envenenadora. Vamos a ver una escena muy fuerte en el libro de algo que sucede con los personajes y cómo ella mueve todo esto porque sabía muy bien usarlo. Pensemos que Octavio aparece cuando muere, Julio César, y que por entonces era un muchachito de 19 años, de aspectos muy frágiles porque él era de cabellos claros, muy delgado, en contraposición al típico romano que era grande, robusto, apasionado. Este hombre, este muchacho que era Octavio, no, era muy astuto, muy frío y él empieza a buscar y a hacerse necesario en la república que el pueblo lo necesita, a que los políticos lo necesitan y así es como llega a ser el primer emperador.
—Los padres vendían a sus hijos. Los piratas iban de barco en barco cazando personas.
Cuando Roma invadía territorios, las personas que vivían en esos territorios eran llevados a Roma.
—Otra gran mujer en tu historia, Cleopatra.
Sí. Es un personaje secundario, pero muy importante en el libro, que también me llevó mucha investigación.
Voy contando la vida de Cleopatra y de Apia paralelas, porque eran dos mujeres contemporáneas, Cleopatra tenía seis años más que Apia, y voy contando la vida de ambas de niñas porque ambas habían sido educadas por mujeres que les habían enseñado a ser fuertes.
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