"Un desfile lleno de juglares, una de las escenas de la novela que más desearía haber presenciado desde una ventana"
La entrevista de Rosa pasa página con Antonio Pérez Henares, tiene lugar, como en otras ocasiones, en su casa. Thorin, su perro, es quien primero viene a saludar cariñosa y efusivamente.
"El Juglar" La voz del Cantar del mIo Cid, es el último libro publicado por el autor (HaperCollins 2024).
"A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago;
también a los que se quedan, contentos quiero dejarlos.
Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano:
Con vos nos iremos, Cid, por yermos y por poblados;
no os hemos de faltar mientras que salud tengamos,
y gastaremos con vos nuestras mulas y caballos
y todos nuestros dineros y los vestidos de paño,
siempre querremos serviros como leales vasallos.
"Aprobación dieron todos a lo que ha dicho don Álvaro.
Mucho que agradece el Cid aquello que ellos hablaron.
El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado,
allí deja sus palacios yermos y desheredados.
EL JUGLAR: “La voz del Cantar de mio Cid” de Antonio Pérez Henares.
Abrimos la entrevista con el inicio del Cantar.
“Hay algo en ello que me deja impresionado; se trata de una inmensa potencia lírica, una combinación de fuerza épica y emocional que sin duda constituye la mejor canción de gesta del mundo. La base fundamental de la lengua y la literatura española” Asegura el autor.
En “El juglar”, Pérez Henares, recupera la figura de quienes recorrían España, entre la Corte y el pueblo, recogiendo historias tanto las buenas como las malas y transmitiendolas por todos los lugares a los que llegaba, tanto en las plazas de los pueblos como en las ciudades.
Tres generaciones de juglares: el abuelo, el hijo y el nieto; a caballo de los siglos XI y XII, protagonizan esta historia en la que compusieron y dieron voz a la epopeya medieval más trascendente.
"La trayectoria abarca desde el humilde cazurro de plazas y mercados, hasta la entrada en castillos y la llegada a la corte del rey. Cada uno de los tres: abuelo, padre e hijo, inician su propio camino. El primero parte de Cardeña con la mesnada cidiana hacia el destierro; el segundo alcanza la corte occitana de Alfonso del Jordán; y el tercero se convierte en monje, fusionando todas las voces para dar vida al gran poema que inspirará a las huestes castellanas en la crucial batalla contra el infiel: la de Las Navas de Tolosa", afirma Henares.
Y añade: Los grandes cronistas de la época, que lo veían y escuchaban todo, y al mismo tiempo lo pregonaban todo, eran sin duda parte de esa edad media. Esa capacidad de narrar es esencial; representa la clave del juglar hispano.
"La edad media luminosa, en contraposición a la oscura que muchos insisten en retratar. En realidad, aclara el autor, parece que se presenta como un periodo completamente siniestro, donde no había espacio ni para la risa, ni para la música, ni para el amor, ni para el canto, ya que, en su momento, todo eso podía esperar. La calidad de vida, que hoy se consideraría insatisfactoria, era un lujo reservado para los reyes; solo hay que imaginar cómo vivía la gente común. A pesar de las hambrunas, las guerras interminables y las epidemias que azotaban a la población, existían momentos en los que la alegría también encontraba su lugar. Instantes como una feria, una fiesta o una boda, eran un respiro en medio de tanta adversidad" , sostiene Chani.
Y continua: La vida se disfrutaba al máximo, llenando incluso a los más necesitados.
"Me imagino,reconoce el autor, un desfile lleno de juglares, una de las escenas de la novela que más desearía haber presenciado desde una ventana. Eso también forma parte de la historia.
"Es importante destacar que la mayoría de los instrumentos de cuerda, viento y percusión estaban presentes. Al observarlos, se puede notar que representan una fusión de diversas tradiciones; hay instrumentos que podrían considerarse moros, cristianos e incluso judíos. Esto refleja una época culturalmente muy rica", asevera Chani.
Y añade: "Los portadores de todas las novedades eran muy transversales, se movían por todos los lugares, ofreciendo sus noticias en las plazas de los pueblos y acercándose a las bodas. Desde el juglar cazurro, que gozaba de gran popularidad, hasta los saltimbanquis y los ciegos, toda esa multitud buscaba su sustento, incluyendo a aquellos que ya lograban llegar a los castillos. Los que llegaban a las cortes o acompañaban a los ejércitos eran recibidos, y el juglar, que anunciaba la fiesta, tenía un papel muy importante en este contexto. También deseaba capturar esa esencia"
Y sigue: "En el mundo de los juglares, había una diversidad notable que incluía cristianos, moros e incluso judíos. Además, las juglaresas eran numerosas, tanto en las clases populares como entre las damas de la alta sociedad, quienes salían a tocar instrumentos y cantar. En el libro se presentan escenas realmente sorprendentes"
"La figura del juglar, aclara Chani, es muy diferente a la del trovador occitano. Tanto es así que aparece la Corte de Alfonso II de Aragón, llamado el “Trovador”
En el libro se presenta un debate entre un trovador y los trovadores occitanos, quienes eran señores de Alcurnia. Estos últimos sostenían que tocar instrumentos o cantar no era una actividad digna de nobles, por lo que delegaban estas tareas a los juglares para que se encargaran de ello.
"El autor se reconoce conmovido por el Cid, no solo como formidable guerrero, también cómo muestra con lágrimas sus dolor al dejar sus tierras y al despedirse de sus hijos"
"El imbatible, el eterno vencedor y el campeador son ejemplos claros de una emotividad profunda, de una cercanía genuina y de una verdadera hombría en el sentido más castellano, que no provoca lágrimas en nadie. Creo que esto define e indica muchas cuestiones, ya que ha llevado a que su obra sea reconocida", aclara el autor.
"He descubierto que existe un primer juglar que no pudo acompañar al Cid, que es el abuelo del personaje. Este abuelo es un joven, prácticamente un siervo del monasterio de San Pedro de Cardeña, y logra unirse a la mesnada que se dirige hacia Zaragoza, que es su destino final", defiende Chani.
Y sigue: "Un segundo personaje, su hijo, se presenta como alguien que no sabía leer ni escribir. Surge la pregunta: ¿cómo podría ser un juglar? La respuesta radica en que muchos juglares no han tenido conocimientos de lectura y escritura, y hay grandes poetas que solo han creado sus obras de manera oral"
"El monasterio y el canto son el lugar donde él y su esposa descansan en paz. Considero que esto forma parte de una narrativa más compleja, ya que los hallazgos a lo largo de la historia han sido numerosos y he ido encontrándolos en mi camino. Sin embargo, esta historia va más allá de esos tres personajes; ellos representan una voz, la que recoge el testimonio final, pero también hay otros elementos a tener en cuenta. En esta ocasión, he realizado un gran esfuerzo porque tenía un objetivo claro"
"Por todas partes, me solicitaba que incluyera una variedad de personajes femeninos, ya que existe la creencia de que las mujeres no tenían presencia en la Edad Media. He investigado sobre tres personajes y, sinceramente, he llegado a enamorarme de los tres desde el principio".
"He decidido, aclara el autor, dar vida a tres personajes femeninos muy poderosos, rescatándo las de la anulación que sufrieron en la historia"
Pérez Henares considera que :"Cada vez que trabajamos en los aspectos de la escritura relacionados con la historia, la novela histórica se transforma en una ventana a lo que buscan ocultar, borrar y cancelar"
Y añade: "La desmemoria más absoluta ha reemplazado lo que debería ser la memoria. Parece que la historia se enfrenta a la memoria, que solo puede abarcar desde el inicio de la Segunda República hasta su final y la represión franquista. Esta es la única memoria que debemos conservar, mientras que todo lo demás de la historia debe ser olvidado"
"La lengua, la literatura, los monumentos y las grandes obras de arte, incluidas las catedrales, constituyen el fundamento, la estructura y la conexión emocional que sentimos hacia nuestra nación",sostiene Chani.
"Desde Burgos hasta la Alhambra de Granada, o incluso hacia el mar y el acueducto romano, se extiende lo que en un momento dado ha influido en nuestros paisajes y ríos. La oda de Alfonso X el Sabio sobre España es lo que me retiene. En la actualidad, se afirma que España no existe, pero Alfonso X el Sabio ya la reconocía. Antes de él estuvieron los visigodos, luego los romanos y antes de estos, los fenicios"
"La negación de nuestra historia, que se manifiesta de manera atroz y se coloca por encima de todo, abarca eventos significativos como el descubrimiento de América, la circunnavegación del mundo y la reconquista de Covadonga. Esta situación se entrelaza con una profunda ignorancia, ya que para fomentar el desprecio e incluso el odio hacia nuestra propia historia, es necesario alimentarse de la ignorancia. En última instancia, esto parece reflejar un odio hacia nosotros mismos como colectivo y como pueblo, un odio que se hace presente de forma contundente", afirma con rotunidad el autor.
"Nuestros propios abuelos, a quienes ya no valoramos, son un reflejo de la situación actual. Sin embargo, considero que existe una creciente esperanza. La población se resiste a esta cancelación y se opone a que les borren su propia identidad. No tiene ningún sentido"
"He escrito la novela más novelística que jamás haya creado, ambientada en un contexto histórico", concluye el autor.
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