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«Tenía una memoria excepcional. Ahora cuando salgo por la noche, al día siguiente no siempre recuerdo todo lo que hice. Eso me llevó a escribir esta historia»

«Tenía una memoria excepcional. Ahora cuando salgo por la noche, al día siguiente no siempre recuerdo todo lo que hice. Eso me llevó a escribir esta historia»

"LOOR" Premio Primavera de Novela 2024 Luis García-Rey (ed.Espasa)

lunes 01 de abril de 2024, 10:21h
"Espero que nunca me suceda a mí personalmente, ya que no tendría ni idea de cómo sobrellevarlo"

Rosa pasa página, ha quedado con Luis García-Rey, en las oficinas de Espasa, Planeta de Libros. El autor ha llegado un par de horas antes, le esperaban decenas de ejemplares de su nuevo libro para ser firmados. LOOR, ha ganado el Premio Primavera de novela 2024. Y los libros acaban de salir de la imprenta.

La historia arranca con una escena propia de novela negra. Alguien se ha despertado envuelta en sangre y abrazada a un cadáver. Ella es Loor, la inspectora de policía, y solo recuerda que la noche había terminado borracha y desnuda en la cama de una estrella Onlyfans. A partir de ahí, no recuerda nada, y necesita contárselo cuanto antes a su compañero, Axel. La manera más rápida es a través de un wasap: “Axel, creo que he matado a alguien”

P.—Enhorabuena, de nuevo por este Premio Primavera 2024. Ya con tu libro físico en tus manos, listo para que llegue a todos tus lectores, que ya tuvieron la ocasión de conocerte con "Axel".

R.--Muchisimas gracias Rosa. Este premio es una sorpresa tremenda y la verdad es que no espero nada más allá de lo que me está dando que es muchísima felicidad y muchísimo orgullo.

Soy una persona que desde que he empezado a escribir mi vida es mejor, soy mucho más feliz. A mi Axel me hizo súper feliz porque todo el mundo se acerca a ti de una manera muy positiva con cierta admiración, me ha encantado. Y ahora, de repente escribo la segunda que es una expectativa completamente distinta porque la primera no deja de ser un juego que vamos a ver dónde nos lleva esto y la segunda ya sí que hay gente esperando y los mismos personajes y otro caso y también las dudas de seré capaz de hacer esto yo y de repente Premio Primavera viviendo con una especie de sueño.

P.--Volvamos a la escena del principio ¿qué sucedería si te despertaras en esta situación?

R.—Eso mismo fue lo que me motivó a escribir esta novela, ya que es algo en lo que he pensado muchas veces, especialmente debido al COVID. He perdido mucha memoria como consecuencia de esta pandemia. Solía tener una memoria excepcional, pero ahora hay ocasiones en las que salgo por la noche y al día siguiente tengo lagunas. Realmente no recuerdo todo lo que hice. Reflexionando sobre eso, imaginé qué pasaría si algo similar ocurriera algún día, ¿sabes? A partir de esta historia e idea, creé este relato. Espero que nunca me suceda a mí personalmente, ya que no tendría ni idea de cómo sobrellevarlo.

P.—De ocurrirte, ¿a quién se lo contarías? ¿Podrías confiar en alguien?

R.—Si se lo contase a alguien, al final a esa persona, la estás haciendo complice de algo que no sabes si realmente ha pasado. Es meterse en un lío tremendo.

Pero en este caso, Loor, la protagonista, es policía y ella, lleva toda la vida sin confiar en nadie, y, ha encontrado a Axel, ya lo vimos en la primera novela, en quien confiar plenamente y decide contárselo.

P.— Decide contárselo además con la inmediatez de un wasap.

R.—Sí. Es que yo creo que estas cosas o las cuentas por impulso o luego a ver cómo das estas noticias, porque es verdad que está como muy mal visto dar noticias por wasap, pero desde luego estaremos de acuerdo que es mucho más sencillo. El cara a cara siempre es más peligroso y decirle a alguien a la cara creo que he matado a alguien, es que no sabes donde te va a llevar.

P.—Si te digo: “Mátame” puedes pensar en una canción, una provocación, o acaso un deseo.

R.—Sí. Es prácticamente el principio de la novela. “Mátame” en la novela, es una canción pero en el imperativo de “Mátame” hay muchas cosas.

Ahora mismo está la salud mental tan en boca de todos y hay mucha gente pasándolo tan mal que tiene deseos de no continuar porque realmente está sufriendo muchísimo.

Entonces yo creo que es muy necesario pedir ayuda y a veces “Mátame” no deja de ser una manera de pedir ayuda porque efectivamente la otra persona no te va a matar, a menos que estés enfrente de un asesino, es algo que no va a ocurrir. Yo creo que es casi más un grito de auxilio que otra cosa.

P.—Mientras Axel, está haciendo un directo en un programa de televisión, hay una llamada de un anónimo que le advierte de una víctima en el lago de la Casa de Campo. Es, cuanto menos sorprendente, no?

R.—Sorprendente, sí. Axel, después del éxito que tuvo en su anterior caso, se ha convertido en inspector y le han llamado para trabajar en la tele.

Aunque no le gusta demasiado ese mundo, le viene bien ese sobresueldo, y el programa se dedica a resolver casos de manera un poco ficticia. Y, de pronto, recibe el wasap de Loor y la llamada de un señor; Rubén de Zaragoza que le advierte que va a aparecer un cadáver en la casa de campo. Axel, se plantea ¿qué ha podido hacer su amiga?, es quizás una asesina, puede confiar en ella?

Y por otro lado, ¿hay un maníaco, un auténtico loco advirtiéndome que hay un cadáver? .O es alguien buscando su minuto de gloria en televisión y con afán de protagonismo. Que eso también está ahora mismo muy en la sociedad. La gente que, por encontrar su minutito de gloria o su minutito de viralidad, es capaz de hacer cualquier cosa. Entonces, la verdad es que esa mañana a Axel se le ha complicado muchísimo.

P.—¿Cómo digieres eso? Fíjate que estás en un directo y te llegan esas dos cosas.

R.—Yo creo que Axel es un tipo impulsivo pero muy metódico. Y lo que hace es priorizar. Y yo creo que por delante de cualquier situación está su amiga.

Y este señor de Zaragoza que llama, al final prefiere creer que se puede posponer. Porque si va a aparecer un cadáver, desde luego Axel por muy nervioso que se ponga no va a poder hacer nada hasta que el cadáver aparezca.

P.—La colaboración que tiene Axel en televisión, en cuanto a casos que ya están a punto de resolverse, o ya están resueltos, ponerles cara, nombre, situación, es el gancho para que nos atraiga un programa de este tipo.

R.—Claro, es que al final la televisión vive mucho de un crimen mediático que es más fácil de resolver. Primero porque hay muchísima presión sobre el criminal. Porque se pone el foco de la opinión publica, y empiezan las presiones.

Al gobierno y a los políticos les interesa también que ese caso se resuelva, porque hay mucha gente pendiente de eso, hay muchos casos que son anónimos y que por ese motivo tienen y disponen de menos recursos.

P.—¿Quiénes son las víctimas?

R.—En este caso son dos famosos. Es una influencer estrella de Instagram y de OnlyFans, que yo creo que es algo que también pueden troncar mucho con el público joven.

Aunque hoy en día, ¿quién no tiene Instagram? Prácticamente todos tenemos alguna red social en la que volcamos nuestra información, nuestras fotos y nuestra vida.

Y la otra víctima es una estrella del rock que además a su vez está liado con la influencer muerta.

P.— ¿Cómo pasas de ser una persona anónima, a ser una estrella de OnlyFans, una estrella de Instagram que maneja mucho dinero y mucha fama de manera repentina? y ¿Cómo gestionas el éxito y la adulación que llevas viviendo desde hace muchos años, como es la estrella de rock.

R.—Exacto, ¿Cómo te acostumbras a no estar ya en la cima permanentemente, a que no te traten igual, a no ser tan atractivo?, entonces ahí se produce un choque y eso es lo que van a tener que descubrir Axel y Loor.

P.—Vender una imagen que no tiene como es el caso de Regina, que es una de las víctimas, una mujer que empezó en redes y que fue creciendo. Porque hoy en día se valora más lo que mostramos en instagram que un curriculum.

R.—Es una fama muy efímera, porque no es lo mismo la construcción de una personalidad artística que a lo largo de los años tiene una evolución y que la gente va apreciando por su talento, que algo tan aleatorio, como que de repente alguien encaje con un público determinado, empieza a crecer en seguidores. Y luego hay mucha mentira en esto, porque se pueden comprar seguidores para empezar, y se pueden comprar likes, entonces a partir de ahí: qué es verdad y qué es mentira.

Estamos convirtiendo en estrellas, en famosos, en ídolos prácticamente a gente que no ha hecho nada para merecerlo digamos, no hay nada debajo, no hay una construcción sólida.

P.—Luis, ¿La envidia es la antesala de los celos?

R.—Yo creo que la envidia puede desembocar en los celos, sí. Pero no necesariamente. O sea, los celos pueden aparecer por inseguridades, no necesariamente por envidia. Puedes simplemente tener un problema tú y que el otro no haya generado nada en ti. Directamente es algo que está dentro de ti.

P.—Pero, la envidia es un sitio muy peligroso.

R.—Sí. Yo creo que hay que intentar no ser envidiosos en esta vida porque no te va a traer nada bueno. Los celos, que es un tema súper presente en esta novela, me parece bastante más complejo porque muchas veces los celos vienen de una herida tuya. No creo que tengas que proyectar nada en nadie. Y luego hay muchas veces que los celos no son celos.

A mí me parece algo súper complejo los celos porque hay gente que siente celos antes de que pase nada, los celos preventivos, que es como un poco, oye, no puede ser, que ya los estés sintiendo, cuando todavía no ha pasado absolutamente nada.

P.—La envidia sana no existe, por lo menos en este libro, no.

R.—Bueno, yo creo que en ninguno. La envidia sana me parece que estás intentando limpiar un sentimiento que no es muy bueno.

La envidia, yo creo que no puede ser sana nunca. Lo que puede sentir es orgullo, puede sentir admiración, por alguien. Pero no envidia porque me alegro por él.

P.— ¿Es posible negarse a la posibilidad de gustar, de amar?

R.—Es otro de los planteamientos. Yo creo que a todos nos gusta gustar. El problema es cuando lo necesitas. Es que hay una diferencia muy grande. Que te apetezca gustar y que te siente bien, yo creo que a todo el mundo le apetece. Pero cuando tienes una necesidad y no puedes vivir sin gustarle a la gente, te metes también en otro mundo muy complicado.

Yo sí que creo que podemos prescindir de la necesidad de amar. El amor es algo muy difícil. Yo digo que el amor es algo muy chungo. Hay mucho sufrimiento. Entonces hay mucha gente que luego se protege. Se crea una coraza y dice, pues mira, yo no dejo entrar a nadie aquí, vivo más tranquilo.

P.—Sufrir no deja de ser algo bonito. Aunque parezca una paradoja, de verdad, todo lo demás es sobrevivir, yo creo que sentir algo muy fuerte, sea miedo, sea sufrimiento, sea dolor, sea tristeza, yo creo que eso es muchísimo mejor y muchísimo más interesante que no sentir nada.

R.—Hombre, eso tiene que ver con que estés vivo y sientas, si no vamos mal. Claro, es que al final si te pasas la mitad de tus días en un estado de ataraxia en el que estás viviendo en un 5, pues efectivamente la vida va a pasar rápido, va a pasar bien, sin grandes sobresaltos y oye pues me he pasado por aquí sin pena ni gloria y tampoco lo he pasado demasiado mal. Pero hombre yo creo que la montaña rusa dentro de un equilibrio, dentro de un orden, yo creo que el sentir picos es bastante más interesante.

P.—Otro tema también cuánta gente se conforma o busca o lo prefiere sentirse querida o sentirse respetada o admirada a través de una pantalla de ordenador.

R.—Sí, eso también es algo bastante nuevo. Yo creo que tiene mucho que ver con la timidez, porque hay mucha gente que tiene mucho carisma en la distancia. Por ejemplo, hay gente con la que chateas a través del móvil y dices tú, qué simpático, qué gracioso, y luego le conoces y es muy soso.

P.—Una huelga de basura cuando ocurren los hechos, pero esa basura, esa metáfora de la basura la tienen también muchos de tus personajes.

R.—Sí, es que yo creo que según avanzan los años también, esto es lo que me dice la experiencia y lo que va a mi alrededor, nuestra cabeza se va llenando de basura, de basura mental, porque empiezan a haber problemas de verdad. Bien por muertes, bien por enfermedades, bien por fracasos, por desamores, por divorcios, por... Hay todo esto que no aparece en la veintena, cuando estás en la universidad, va apareciendo después. Y al principio es todo muy estimulante, muy nuevo y muy divertido, pero luego llega la llamada crisis de los 40, que yo ahora mismo tengo 43. Entonces, efectivamente hay muchísimo que gestionar. Y la cabeza se llena de suciedad que hay que limpiar. Para eso está la terapia, por supuesto.

P.—Hay que pedir ayuda.

R.— No hay que tener miedo a pedir ayuda porque la salud mental es algo súper importante. Y yo creo que ir a terapia, medicarse si es necesario, si así te lo recomiendo un profesional. No hay que tener miedo a estar mejor.

P.—Y nuestros personajes en la novela, Axel y Loor, están en un mundo en el que ya les han pasado demasiadas cosas y encima se meten ahora en este embrollo criminal y lo están pasando muy mal.

R.— Si son dos personajes que han progresado voy a decir desde Axel, desde esa Axel manía que nació con él, han ido dejando de puntillas algunos vicios.

Con el tema de las pastillas, pastillas para dormir, pastillas para pensar. Y ahora la pastilla está un poquito encubierta con el alcohol, en el caso de Loor. Pero bueno, también perfilas que empieza a recuperar un poco la vida, a olvidar un poquito de ese pasado que existía en el otro libro.

Loor es una persona con tanto desorden, con tanto descontrol y con tanto problema que el alcohol pero no la condiciona a meterse en líos por eso.

Pero es un personaje que yo creo que en esta novela tiene un arco tremendo porque empieza, ya te digo, como más contenta, como que por fin ha sacado los demonios del pasado, de repente, lío criminal, este descenso a los infiernos, no de Dios mío, no me lo puedo creer, cómo salimos de aquí otra vez.

Y, llega un momento que Axel le dice, oye, mira, ya está, venga, hay que resolver esto, ya está, vamos a dejar de pobrecita a Loor. Y a partir de ahí es cuando ya arranca la investigación con toda la fuerza.

P.—Creo es que cuando están juntos la novela crece mucho.

R.—Axel y Loor son dos personajes que es muy curioso, porque trabajan en solitario, claramente son dos tipos solitarios que no necesitan ni quieren a nadie pero que en el fondo se pasan la vida juntos y con muchísima naturalidad comparten su vida y sus vivencias y tienen un montón de confianza. Entonces es muy importante también tener a una persona así al lado.

P.—¿Los quitahuellas son efectivos?

R.—Yo creo que hay muchísimas huellas que borrar en esta vida y que hay muchísima gente que se dedica a ello. Y hay mucha gente que contrata sus servicios. Creo que es de lo más demandado últimamente. Hay profesionales de eliminar pistas, eliminar rastros y eliminar problemas a gente con dinero. Sí. El dinero lo mueve todo. Si tú tienes dinero, es probable que tengas poder. Y con el poder es probable que atraigas problemas del tipo que sea y de la índole que sea… Por tanto la respuesta es un sí rotundo hay quitahuellas y son efectivos eso es importante.

P.—Axel y Loor. Suena contundente, no hace falta alargar el título. No es necesario contar más.

R.—No, la idea es crear una marca. Son novelas de personajes más que de trama. Cuando escribo me interesa mucho más la personalidad de los personajes que la trama en sí. Que evidentemente tiene que ser sólida y estar consolidada al final. Pero yo me lo paso mucho mejor cuando Axel y Loor están tomando una copa que cuando tienen una persecución. A mí las conversaciones más mundanas, más cotidianas, más universales es lo que más me gusta y creo que Axel y Loor están bien definidos o sea creo que están empezando a calar.

P.— Pues termino con una frase: “Podrías estar con la tía que quisieses” No te lo digo a ti, evidentemente.

R.—No, porque no es verdad. Ni mucho menos. Y lo dejamos ahí. Sí, es una frase que puede abrir muchas puertas. Es una frase que puede abrir muchas, en general, la vida.

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