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«Mi novela, descubre un cadáver durante las reformas, símbolo de las capas ocultas de la ciudad»

«Mi novela, descubre un cadáver durante las reformas, símbolo de las capas ocultas de la ciudad»

"Misterio en el barrio gótico" Sergio Vila-San Juán. Premio Fernando Lara 2025

domingo 29 de junio de 2025, 10:14h
"La ciudad se volvió escenario y personaje mientras Sergio Vila-Sanjuán hablaba de su libro"
Sergio Vila-Sanjuán presentó su nueva novela, Misterio en el Barrio Gótico, justo en los mismos rincones que la inspiran: plazas con cicatrices de historia, pasadizos reales y secretos escondidos bajo la piedra. Ganadora del Premio Fernando Lara 2025, la obra convierte a la ciudad en personaje y al lector en explorador. Intriga, memoria y literatura entre calles que nunca terminan de decirlo todo.

Crónica desde el Barrio Gótico: un enigma literario en el corazón de Barcelona
Barcelona, 25 de junio de 2025. El día es caluroso, y en las losas irregulares del Barrio Gótico se percibe una calma tensa, como si la ciudad se preparara para escuchar un secreto. Frente a la fachada gótica de la catedral, entre turistas y vecinos, se presenta Misterio en el Barrio Gótico, la novela con la que Sergio Vila-Sanjuán ha ganado el Premio Fernando Lara 2025. La ocasión reúne a periodistas, editores y curiosos en los mismos escenarios que dan cuerpo al relato: plazas con cicatrices de guerra, calles con nombres centenarios, interiores que no suelen mostrarse.
Nos adentramos en la catedral y pasamos junto al coro, un elemento con peso simbólico en la novela. La piedra y la penumbra sugieren que aquí no todo está dicho. Subimos a la terraza, donde la vista de los tejados antiguos, los campanarios y la ciudad moderna más allá del Gòtic refuerza la sensación de estar dentro de una historia que une capas de tiempo. Vila-Sanjuán acompaña al grupo, señala lugares que aparecen en el libro, comenta anécdotas, detalla giros de la trama. No habla solo de la novela, sino también del barrio, de cómo ha cambiado y qué permanece. “Aquí hay historia, pero también conflicto. Por eso es un buen lugar para un misterio”, comenta mientras señala una callejuela apenas transitada.
Vila-Sanjuán, barcelonés y académico de la Real Academia de Buenas Letras, se detiene más tarde frente a los muros dañados por la metralla de Sant Felip Neri. Habla con serenidad y conocimiento de quien no sólo ha investigado, sino que ha vivido el barrio. Durante años ha recorrido estos lugares, primero como ciudadano, luego como narrador. Su novela parte de esa vivencia: reliquias desaparecidas, muertes inexplicables y mensajes crípticos conectan la historia profunda de Barcelona con sus dilemas actuales.
El libro es un thriller, sí, pero también un ejercicio de mirada. Su protagonista, el periodista Víctor Balmoral, deambula entre archivos, redacciones y cementerios urbanos mientras escucha la voz de un poeta muerto, Tomás Riquelme, que lo interpela en sus decisiones. A su alrededor, una serie de personajes —editores, anticuarios, eruditos, funcionarios— dan forma a un relato coral que se despliega con agilidad. La ciudad no es sólo escenario, es código.
Uno de los momentos clave de la novela es el hallazgo de un cadáver durante las obras de reforma en un antiguo palacio del barrio. Al preguntarle si esa escena es también un símbolo de las capas ocultas que esconde la ciudad, Vila-Sanjuán responde sin dudar:
“Sí, sí, totalmente. En el Gòtic, muchos edificios antiguos no se han tirado abajo, pero sí reformado por dentro para hacer apartamentos de alto estándar. Me interesaba mostrar esa otra transformación: además del turismo o de las instituciones, hay una gentrificación silenciosa. El hallazgo de un cadáver ahí me permitía tocar ese tema, sin juzgarlo, pero dejándolo sobre la mesa.”
La trama recorre espacios que suelen quedar fuera del radar turístico: la Real Academia de Buenas Letras en el palacio Requesens, la iglesia de Sant Jaume, los interiores menos conocidos de la catedral, el Museo Frederic Marès. El lector que conoce Barcelona encontrará nuevas preguntas; quien llega por primera vez, una guía invertida, llena de claves invisibles.
La presentación no fue un acto protocolario. Fue una especie de caminata narrativa. Vila-Sanjuán fue llevando a los asistentes por algunos de los lugares que aparecen en el libro, explicando cómo los había integrado en la historia. “El Barrio Gótico había sido tocado lateralmente en la ficción, pero no en su conjunto, como escenario con identidad propia”, afirmó. “Quería hacer eso, pero sin solemnidad, y dejando que las historias reales se colaran entre líneas.”
El libro propone, además, una reflexión sobre el modelo de ciudad que Barcelona representa en este momento. Turismo, memoria, patrimonio, desigualdad, gestión del espacio público… todo está presente, aunque disfrazado de intriga.
El propio autor define Misterio en el Barrio Gótico como un cruce de géneros, en el que el suspense y el ensayo caminan juntos. Y lo cierto es que la novela recoge personajes históricos como Jaime I, Isabel de Requesens o el escultor Frederic Marès, entrelazándolos con los pasos ficticios del protagonista, en un juego de ecos temporales.
Para quienes le siguen la pista desde Una heredera de Barcelona o Estaba en el aire, esta novela marca un giro hacia la ciudad como enigma colectivo. Para quienes lo descubren ahora, ofrece una lectura ágil, cargada de referencias que no abruman, pero enriquecen.
En las calles empedradas del Gòtic, cuando cae la noche y las luces de los bares proyectan sombras extrañas, todo parece estar en su sitio: la ciudad, el escritor, el misterio. Y eso, en tiempos de ruido, ya es mucho.

Rosa Sánchez de la Vega

Fotos: Rosa Sánchez de la Vega. Javier Ocaña


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